Mientras Estados Unidos se prepara para elegir entre el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris, en Argentina se analizan los posibles escenarios y cómo podrían impactar en la política exterior de la Casa Rosada. La administración de Javier Milei sigue de cerca la contienda, ya que el resultado definirá el rumbo de las relaciones bilaterales en temas económicos y geopolíticos clave.
El desafío de Milei: mantener la relación estratégica con Washington
El presidente Javier Milei y su nuevo canciller, Gerardo Werthein, han enfatizado la importancia de sostener una relación estratégica con Estados Unidos, sin importar el resultado de las elecciones. Aunque el mandatario argentino se identifica ideológicamente con las políticas de Trump, especialmente en lo relativo al libre mercado, Milei aspira a que el vínculo con Washington se mantenga como una política de Estado, priorizando el alineamiento con DC y el fortalecimiento de la relación con Israel.
Una agenda global en la que América Latina no figura
La atención de Estados Unidos está volcada a conflictos en Medio Oriente, la guerra entre Rusia y Ucrania, y la creciente tensión con China. La relación con América Latina, y en particular con Argentina, queda relegada a un segundo plano. Sin embargo, Washington sigue atento a la influencia de China en la región y busca que sus aliados separen los intercambios comerciales con el gigante asiático de los temas estratégicos, algo que Milei deberá gestionar en caso de un eventual giro proteccionista de una administración liderada por Trump.
Posibles impactos de una victoria de Trump
Una presidencia de Trump podría implicar una economía más proteccionista, centrada en el mercado interno y una renovada confrontación comercial con China. Esta postura podría afectar la visión libertaria de Milei sobre el comercio. Sin embargo, la afinidad entre ambos mandatarios podría facilitar el acceso de la Casa Rosada a funcionarios clave en Washington, especialmente en lo relacionado con la renegociación de la deuda con el FMI y la atracción de inversiones estadounidenses en sectores estratégicos como energía, litio e inteligencia artificial.
Trump también podría alentar una colaboración en el plano geopolítico, alineándose con la visión de Milei en su postura crítica hacia los gobiernos de países considerados como “comunistas”. Esto plantea un reto adicional para la política exterior argentina, que deberá encontrar un balance entre su alineamiento con DC y la necesidad de preservar relaciones comerciales con China y otros socios clave.
El enfoque pragmático de Harris y su relación con Argentina
Si Kamala Harris se convierte en la primera presidenta mujer de Estados Unidos, se anticipa una continuidad en la política exterior de Joe Biden, marcada por el multilateralismo y la cooperación en temas como cambio climático y derechos humanos. Este enfoque podría contrastar con la visión de Milei, quien ha mostrado escepticismo frente a la agenda ambientalista. No obstante, el gobierno argentino ha cultivado relaciones con altos funcionarios demócratas y buscará mantener un diálogo constructivo para asegurar el apoyo del FMI y la inversión en sectores como energías renovables, aunque esto represente un desafío para la administración de Milei.
Un panorama internacional con desafíos y oportunidades
En cualquiera de los escenarios, Argentina deberá adaptarse a la dinámica de un Estados Unidos que mantiene sus prioridades lejos de América Latina. Con Trump en la Casa Blanca, Milei podría fortalecerse como un aliado clave de DC en la región, lo cual podría generar tensiones en el plano multilateral. Por otro lado, una administración de Harris requeriría un enfoque pragmático de Milei en temas como la agenda ambiental y los derechos humanos, que ocuparán un lugar central en la política exterior de la demócrata.
La definición de esta elección en Estados Unidos marcará el tono de la relación con Argentina, que, entre ideologías y pragmatismo, deberá encontrar su propio camino en el complejo escenario global. Infobae

