La comunidad de Santa Ana vivió una jornada especial el viernes 14 de junio con la «Entronización de la imagen de Nuestra Señora de Loreto» en la Capilla Exaltación de la Cruz del Parque Temático. La Misa, celebrada a las 17:00 horas y organizada por el Movimiento de Juventudes Cristianas de Posta, fue presidida por monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas.
En su homilía, Mons. Martínez destacó la importancia de la cruz en la fe cristiana y la cercanía de Dios con la humanidad. Subrayó la humildad y las Bienaventuranzas como fundamentos del Reino de Dios. Además, celebró la reposición de la imagen de Nuestra Señora de Loreto, llamando a transformar el dolor en esperanza. Concluyó con un mensaje de solidaridad y fe, instando a los fieles a mantener la esperanza frente a los desafíos.
El Obispo Martínez resalta la importancia de la cruz en la fe cristiana
Durante la celebración de la Eucaristía en la Capilla Exaltación de la Cruz del Parque Temático, el obispo de Posadas, Juan Rubén Martínez, destacó la relevancia de la cruz en la fe cristiana y la cercanía de Dios con la humanidad.
En su homilía, Mons. Martínez expresó su alegría por la celebración: «Qué hermoso es poder estar hoy celebrando esta Eucaristía en esta preciosa capilla, que lleva el nombre de La Exaltación de la Santa Cruz, al pie de la Cruz de Santa Ana. Es un privilegio poder reunirnos todos los días 14 aquí, recordando la profunda simbología que la cruz tiene para los cristianos, siendo un misterio central de nuestra fe en Jesucristo. Esta fe nos lleva a comprender un Dios que eligió redimirnos a través de caminos que podrían parecer incomprensibles desde una perspectiva superficial».
Seguidamente, el obispo subrayó la encarnación de Dios y su sacrificio: «Dios no es un ser distante ni simplemente el Creador. Él quiso acercarse a nosotros, hacerse uno de nosotros, encarnándose y naciendo en un pesebre. A pesar de ser Dios, fue condenado por sus contemporáneos, quienes no comprendían su naturaleza inocente al ser crucificado. Este camino es el que Dios ha elegido para redimirnos, un misterio profundo que alcanza su culminación en la Pascua, donde encontramos la verdadera redención».
Mons. Martínez también destacó la humildad y las Bienaventuranzas como fundamentales para entender el Reino de Dios: «Nosotros, como cristianos, debemos comprender que ser cristiano es abrazar la humildad. Entender el Reino implica vivir según las Bienaventuranzas. La primera de ellas es especialmente impactante: Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Este entendimiento del Reino es para los humildes, no para los soberbios. Es maravilloso que, en el misterio de la cruz, podamos comprender que Dios es amor, como nos enseña el Evangelio de Juan: ‘Dios es amor, y nos amó tanto que dio su vida por nosotros'».
En el contexto de la celebración, el obispo explicó la significancia de la Eucaristía y la imagen de Nuestra Señora de Loreto: «Hoy estamos celebrando esta Eucaristía con varios significados, uno de ellos muy emotivo es la reposición de la imagen de Nuestra Madre en esta capilla. Como muchos de ustedes saben, había un hermoso cuadro de la Virgen María en este lugar que desafortunadamente fue robado. Este cuadro tenía un significado muy especial, ya que fue donado desde el Vaticano por el Cardenal Sandri, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, y pasó por la nunciatura antes de ser colocado aquí. Estábamos muy cuidadosos con él y estaba bendecido por el Papa Benedicto. Es triste y lamentable cómo desapareció. Sin embargo, seguimos sintiendo que este lugar pertenece a María. Es por eso que queremos colocar la imagen de Nuestra Madre de las Misiones, bajo la advocación de Nuestra Señora de Loreto, como un acto de providencia y devoción en nuestra parroquia Loreto Santa Ana«.
Refiriéndose al entendimiento del misterio de la cruz por María, Mons. Martínez expresó: «Hoy queremos expresar nuestro agradecimiento porque si hay alguien que entendió el misterio de la cruz, fue María. Mientras muchos no comprendían y sentían temor -Pedro lo negó tres veces, los apóstoles se escondieron-, María permaneció firme junto al discípulo amado al pie de la cruz. Es conmovedor el último diálogo de Jesús con su madre y con Juan. Por todo esto, María ocupa un lugar especial en nuestros corazones. En ese momento crucial, el Señor le dijo a María: ‘Ahí tienes a tu hijo’, y a Juan le dijo: ‘Ahí tienes a tu madre’. En Juan estamos representados todos, por eso la consideramos nuestra madre».
En relación a la Entronización de la imagen de Nuestra Señora de Loreto, Mons. Martínez añadió: «Hoy estamos colocando esta imagen que nos recuerda a María, nuestra madre, con la advocación de Loreto, la cual tiene un significado profundo debido a su importancia en las Misiones. En Loreto, que era la única Reducción con una capilla dedicada exclusivamente a la Virgen bajo la advocación de Nuestra Madre de Loreto, se encontraba cerca del templo principal. Además, poseía otra capilla externa en el cerro Monte Calvario, donde se realizaba el vía crucis, a unas 15 cuadras de Loreto, junto a la capilla Monte Calvario. Todo esto forma parte del legado de Loreto».
Recordando las tradiciones del Viernes Santo, el obispo mencionó: «En Viernes Santo, las comunidades de Santa Ana y San Ignacio solían dejar sus pueblos para venir a Loreto y realizar el vía crucis. Gracias a Dios, hemos logrado recuperar esta tradición, y actualmente se está organizando el vía crucis en la antigua capilla del Monte Calvario».
Acerca de la Virgen de Loreto, el obispo destacó: «Desde ahora, Nuestra Señora de Loreto acompañará este lugar, esta capilla. Después de la oración poscomunión, procederemos a bendecir la imagen de María. Así como ella, nosotros también debemos estar junto a la cruz, comprendiendo a Jesús y identificándonos con Él, renunciando a muchas cosas para poder vivir como verdaderos hijos e hijas de Dios. La Pascua no es solo un evento pasivo; es una enseñanza que debemos aplicar y arraigar profundamente en nuestro corazón».
Mons. Martínez concluyó su homilía con un mensaje de esperanza y solidaridad cristiana: «Jesús nos enseñó que ser cristiano no es fácil; nos dijo: ‘Si quieren seguirme, tomen su cruz cada día y síganme’. Es esa cruz la que buscamos internalizar, transformándola en esperanza. Cada sufrimiento, cada dolor, abundantes como son, aspiramos a convertirlos en fuente de esperanza. Manteniéndonos firmes, siempre con esperanza, colocamos todos nuestros dolores al pie de la cruz para que podamos resucitar junto a Él».
Finalmente, refirió al motivo de los pedidos: “Pedimos en este día por todos nosotros, cada uno seguramente puede traer alguna intención, una petición y agradecer a Dios y pedir. El que pide es el que necesita y todos venimos seguramente con alguna petición o algún agradecimiento”.
“Hoy se encarga el Movimiento de Posta, y va a haber una entrega de una bendición de las cruces y la entrega de una cruz a alguien de Posta. Bueno, agradecemos a Dios que podemos estar celebrando la Eucaristía y celebrando a la cruz”, concluyó.