El panorama político en Rusia se encuentra tenso tras la muerte del líder opositor Alexei Navalny el pasado viernes, y las detenciones de quienes intentaron rendir homenaje a su memoria continúan aumentando.
Según datos ofrecidos por OVD-Info, una ONG dedicada a proteger los derechos de los detenidos, al menos 401 personas han sido arrestadas en Rusia desde el viernes por intentar honrar a Navalny. Estas detenciones se llevaron a cabo en 36 ciudades del país, con San Petersburgo a la cabeza, donde más de la mitad de las detenciones tuvieron lugar.
Las fuerzas de seguridad rusas han estado retirando los memoriales improvisados creados por simpatizantes de Navalny en monumentos y lugares emblemáticos. Incluso se informa de acciones de este tipo frente al Kremlin, en el mismo puente donde fue asesinado otro líder opositor, Boris Nemtsov, en 2015.
Mientras tanto, en diversas ciudades, miles de personas están rindiendo homenaje a Navalny colocando flores y velas en lugares significativos. Además, miles de rusos exiliados han salido a las calles para protestar por lo que consideran un asesinato orquestado por el Kremlin.
La muerte de Navalny, ocurrida de manera repentina en una prisión en Siberia, ha desatado una ola de acusaciones tanto dentro como fuera de Rusia. Sus correligionarios, la oposición, la prensa independiente y las cancillerías occidentales han apuntado al presidente Vladimir Putin como responsable de su muerte. Sin embargo, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, ha calificado estas acusaciones como “inaceptables” antes de que se conozcan los resultados de la autopsia.
La tensión política y social en Rusia continúa en aumento mientras el país enfrenta una de las mayores crisis de los últimos tiempos.