Alan Brítez, miembro del dúo revelación en ascenso en la región y un amigo de “La Creíble”, visitó Radio Tupambae para hablar sobre la historia de “Los Hermanos Brítez”. Un dúo que comenzó por el año 2010 y que inmediatamente al año siguiente, ganaron el Premio Arandú instrumentado por el Honorable Concejo Deliberante de Posadas que lo catapultó a otros escenarios fuera del territorio misionero, y que le permitió alcanzar otros logros que los mantienen en auge hasta la actualidad.
En primer término, Alan Brítez, quien ejecuta el acordeón en Los Hermanos Brítez, comenzó diciendo que “es un placer poder venir a charlar acá, en Tupambae, que siempre ha sido como una casa para nosotros. Porque desde que empezamos, desde muy pequeños, siempre trajimos las noticias del grupo, y en cada homenaje que hacemos, también lo vinimos a estrenar acá”, en la FM 105.9.
Respecto a cómo comenzó en el ambiente de la música regional, Alan Brítez detalló que de “chiquito”, empezó con 13 años. “Empezamos como alumnos de la escuela de Sadaic dirigida por el Maestro Ricardo Ojeda. Primero comencé estudiando con el maestro y después, primero me largué como solista, participando en el Festival del Litoral como solista instrumental. Después, tuve la suerte de ganar, participando en el Festival. Al tiempo, se sumó mi hermano Nazareno, y ahí empezamos en el 2010”.
“Desde muy pequeño, mis abuelos que son correntinos nos inculcaron el tema de la música regional. En casa, de muy pequeños, siempre se escuchó la música chamamé. Siempre la tradición, lo que tiene que ver con el arraigo en el campo. Es tradición escuchar chamamé en cada cumpleaños, hasta en el cumpleaños del perro se festejaba con chamamé. Nosotros, desde muy chiquitos, vivimos todo eso desde muy cerca”.
“Primero uno lo ve como un juego, después ya lo va tomando más en serio, con más responsabilidad. Así fue llevando paso a paso y se convirtió en esto que somos ahora”, Los Hermanos Brítez.
En esta misma línea Alan recordó que “el primer bandoneón que toqué, fue el del Maestro Ojeda, cuando fui a la entrevista para aprender a tocar ese instrumento. Él, primero te hacía una entrevista, una charla para ver si vos eras apto. Te hacía una charla, entonces te ponía el bandoneón para que lo toques para que el Maestro pueda identificar si era bueno para tocar el instrumento. Después tuve la suerte de que me pudieron comprar un bandoneón de estudio, y ahí arranqué con Ojeda”.
Sobre el apoyo recibido por parte de sus padres desde sus inicios con la música, Alan Brítez mencionó que “ellos, siempre nos apoyaron en todo momento. Mi papá y mi mamá siempre nos acompañan en todo, a todos lados a donde vamos. Nos llevan, nos traen, nos acompañan mucho, nos apoyan y eso, hizo que nosotros sigamos este camino musiquero y chamamecero. Más ahora que somos estudiantes universitarios, tratamos de llevarlos los dos temas parejos, pero siempre, no abandonando lo primordial que es el estudio”. Actualmente Alan Brítez, estudia Veterinaria en la provincia vecina de Corrientes y está cursando el cuarto año de la carrera.
A su vez, Alan contó su primera experiencia en un escenario cuando apenas tenía trece años. “Fue una sensación hermosa. Tuve muchos nervios, porque tenía tan solo 13 años y fue en nada más y nada menos que en el Festival del Litoral, cuando ganamos. Tuvimos la gran ventaja de que nos acompañó el gran “Pachón Lira”, el recordado, él nos acompañó, me acompañó en ese momento porque como era solista, me acompañó con la guitarra, entonces fue un sostén ahí, pachón”, rememoró.
“En aquel entonces elegimos “La Calandria”. Nosotros siempre apuntamos a lo tradicional, a lo que la gente quiere escuchar en un festival, a lo conocido que es el chamamé tradicional, el que está en el oído de la gente. La verdad que fue una sensación hermosa y muchos nervios también a la vez. Aparte uno quiere demostrar lo que lleva a sacrificio, tantas horas de ensayo, para realizar un buen show”.
Asimismo, detalló la relación que tiene con su hermano Nazareno, quien actualmente toca la guitarra en Los Hermanos Brítez. “Hoy, ya se hace un poquito más fácil el tema del ensamblaje, porque con mi hermano, nos conocemos bastante. A pesar de que estamos lejos, yo estoy en Corrientes Capital y mi hermano está en Santo Tomé, entonces estamos distanciados, pero a la hora de unirse, se hace más fácil por la comunicación por celular”.
Alan se refirió al momento en que su hermano se suma a este gran sueño. “Él (por Nazareno Brítez), se suma al año que yo empiezo, es decir en el 2011. Como también fue como hobby, estábamos ensayando para tocar en Ituzaingó Corrientes, para el Festival de la Yerra Correntina, y ahí estábamos en el campo, ensayando y mi hermano tenía su guitarra, que también ya había comenzado con el Maestro Ojeda. Él era muy rápido, entonces se iba un ratito y ya venía otra vez. Así se sumo a este gran trabajo”
También, habló del importante crecimiento de “Los Hermanos Brítez”. “Primero uno nunca piensa dónde va a llegar. Va yendo despacito, paso a paso, y tuvimos suerte de poder recorrer varios lugares: fuimos a Brasil, a Buenos Aires, en donde conocimos a grandes amigos, grandes artistas, que eso es algo que siempre charlamos; que la música te abre muchas puertas para conocer mucha gente, muchos amigos sobre todo”.
Sobre los discos que el dúo tiene grabado, mencionó que tuvo “el privilegio de poder grabar con grandes artistas chamameceros, que sin interés, portaron su música a nuestro disco. Entonces es un anhelo para nosotros que siempre de chiquito admiramos a esos grandes artistas y después estar en una sala de ensayo y estar grabando con ellos, es una alegría inmensa”.
En este sentido Alan Brítez especificó que “tuvimos la suerte también de salir revelación en el Festival del Litoral, y cuando fuimos a Buenos Aires, ahí compartimos escenario con el Chango Spasiuk, Con Joselo Schuap y con Fabián Meza. Fue algo nuevo para nosotros, porque recién arrancábamos. Y que esos grandes músicos te aconsejen, te hablen, te apuntalen, que vas yendo por el camino correcto, fue realmente maravilloso”.
En la actualidad, Los Hermanos Brítez cuentan con tres discos, y cuando decidieron dejar plasmada su música, “fue en el 2011, y 2012, más o menos, cuando empezamos a grabar nuestros discos, nuestro primer disco acá. Y, bueno, fue algo nuevo también, porque un disco es como un hijo, uno lo hace con el mayor esfuerzo, y después deja en manos de la gente para que la gente lo acepte. Gracias a Dios, a nosotros nos fue muy bien, y también eso nos abrió muchas puertas para diferentes lugares. Fuimos a corrientes, al Festival del Chamamé, que siempre lo mirábamos en la tele y después de repente estar ahí en ese escenario tan imponente, como es acá, el Festival del Litoral, fue algo hermoso”.
“Eso, se lo debemos al apoyo de nuestros padres y de todos, de los medios. Por ahí uno no se da cuenta en el camino, pero después mira un poquito para atrás y dice: yo empecé con un bandoneón de estudio y hoy tengo la posibilidad de poder tener un bandoneón mejor, entonces tenés que ir progresando”.
El primer disco de Los Hermanos Brítez, cuenta con “10 temas y en el segundo disco, hay 10 temas, más algunos enganchados”. Respecto a los temas propios, en el segundo, nos animamos a componer. El primero nos presentamos y el segundo vamos a ver”.
El segundo disco, tenía un tema que tenía por la mitad, y un músico que es Bruno Mendoza, que es bandoneonista de Los de Imaguaré, se lo mostré y él lo completó. Entonces firmamos juntos ese tema y fue una satisfacción inmensa porque era y es mi ídolo. Después mi hermano también tiene un tema con otro bandoneonista que es Juan Benítez, y así fuimos sumando. Temas cantados, por ejemplo, no tenemos todavía, pero temas instrumentales sí.
Ante la consulta dónde componen, y en qué momento, o cómo logran hacer captar la esencia de la tierra y del buen vivir de nuestra gente en la sencillez y llevarlo a la música, Alan Brítez explicó que “es muy difícil eso. Por ahí, los lugares que uno va, por ahí va asimilando cosas, va escuchando otro sonido, otro ritmo también que te va llevando. Entonces uno lo trae a nuestra tierra, a lo nuestro y lo va ensamblando y despacito se va armando. Así va quedando lo que uno tiene en mente”.
“Y lo que uno busca también en la gente es que se sienta por ahí un poco identificado también, porque nosotros más allá hacer chamamé de Corrientes, también como somos de acá, hacemos música misionera también, lo que siempre defendió el Maestro Ojeda, el Chotis, la Galopa, la Polkita Rural, que son ritmos tradicionales, el mismo Gualambao, que son de acá de Misiones, son nuestros, y donde vamos siempre llevando la bandera misionera”, añadió.
Con respecto al sueño de Los Hermanos Brítez, Alan dijo que “hoy en día nos ponemos metas por ahí a corto plazo. Ahora es poder hacer un cuarto material discográfico que habíamos empezado antes de la pandemia y después todo por ahí un poco se diluyó. Entonces poder retomar eso que hicimos y poder terminar un disco y poder presentarlo acá con nuestra gente. Eso es, una meta que tenemos y un sueño también de poder concretar ese cuarto material que está hace bastantes años y que cuesta mucho. La verdad cuesta mucho y esa es la meta que tenemos”.
Por último, adelantó que Los Hermanos Brítez actuarán el día viernes 11 de agosto de este año en el Auditórium del Montoya, junto con Los de Imaguaré. “En lo que va a ser La Noche de Chamamé de Gala, en donde va a haber músicos invitados y va a ser una hermosa noche. Además de todo el show que implica traer a Los Imaguaré, porque Julio, que es un exponente para nosotros desde muy pequeños y es un honor para nosotros, que ellos nos hayan convocado para participar”.
“Hace rato estaba la propuesta de poder hacer esto y por diferentes cuestiones relacionadas con las fechas, no podíamos coincidir, no se daba. Entonces ahora junto a la producción, se pudo plasmar esto y vamos a poder participar nosotros”
Alan Brítez dejó la primicia en Radio Tupambae. “Para concluir les digo que ahora para el cuarto disco, también tenemos unos temas propios para incorporar, y ahí sí, habría unos temas cantados por Nazareno junto a otro artista, y que serían dedicados a mi abuelo”.