El Vaticano ha difundido ayer la imagen de la tumba que albergará los restos del Papa Francisco tras su funeral, previsto para el próximo sábado en la Basílica de San Pedro. El diseño de la tumba es sencillo y sobrio, como lo había solicitado el pontífice argentino en su testamento.
La tumba, que será de mármol de Liguria, lleva una única inscripción: «Franciscus«. Además, en el sepulcro se reproduce la cruz pectoral del papa, siguiendo las instrucciones que dejó Francisco antes de su fallecimiento. Esta tumba estará situada en un nicho en la nave lateral de la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza.
Según la Santa Sede, el entierro de Francisco será el primero de un pontífice fuera del Vaticano desde el fallecimiento del Papa León XIII en 1903. La decisión de sepultarlo en la Basílica de Santa María la Mayor responde a un deseo personal del Papa, que había expresado su voluntad de ser enterrado en un lugar sencillo, «en la tierra», sin adornos especiales.
El sábado, en la ceremonia, participarán más de 50 jefes de Estado y una decena de monarcas de todo el mundo, entre ellos los presidentes de Argentina, Brasil y Ucrania, así como el ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. El Vaticano ha dispuesto un estricto operativo de seguridad debido a la alta concentración de líderes internacionales en la Santa Sede.
Los fieles podrán visitar la tumba de Francisco a partir del domingo, un día después de su funeral. La ceremonia será una de las más significativas en la historia reciente de la Iglesia, marcada por la presencia de figuras políticas y religiosas de todo el mundo, y reflejará el legado global que dejó el Papa Francisco a lo largo de su pontificado.
Este adiós será un acto de homenaje internacional al Papa, quien, con su estilo humilde y cercano, marcó una época de cambios y desafíos para la Iglesia Católica. TN