El creciente uso abusivo de la red social TikTok entre los adolescentes está siendo vinculado a síntomas similares a la narcolepsia, según advierten expertos en psicología y psiquiatría. La exposición constante a contenidos fragmentados y breves de la plataforma china parece generar un estado de ensoñación y confusión sobre la fantasía y la realidad, especialmente entre los adolescentes de 13 años en adelante, que conforman la mayoría de los fanáticos de esta red social.
La narcolepsia, un trastorno del sueño que afecta la organización del sueño, se manifiesta con síntomas como somnolencia excesiva durante el día, cataplejía, alucinaciones hipnagógicas, parálisis y fragmentación del sueño nocturno. Estos síntomas se asemejan a las experiencias que algunos jóvenes reportan después de pasar horas en TikTok, donde los videos cortos y atractivos generan un efecto adictivo, dificultando la desconexión de la pantalla.
La franja más afectada por este fenómeno son los niños menores de 12 años, a pesar de que la edad mínima para registrarse en TikTok es de 13 años. Algunos menores eluden esta restricción al declarar falsamente su edad en sus perfiles. La exposición excesiva a la plataforma ha sido exacerbada por la pandemia de COVID-19, que aumentó significativamente el tiempo que los niños y adolescentes pasan frente a las pantallas.
TikTok, con más de 1.000 millones de usuarios globales, se ha destacado por sus videos cortos y atractivos que abarcan desde coreografías de baile hasta retos y tutoriales. Su éxito se basa en la gratificación inmediata que ofrece a los usuarios, especialmente a aquellos menores de 35 años. Sin embargo, este modelo de estímulo-recompensa puede estar contribuyendo a la intolerancia a la frustración, problemas de concentración y cambios en la percepción de la realidad en los jóvenes.
Expertos en psicología y psiquiatría alertan sobre los posibles impactos en la salud mental de los niños y adolescentes que pasan largas horas en TikTok. La percepción distorsionada de la realidad, la dificultad para enfrentar situaciones frustrantes y la desjerarquización del conocimiento son algunos de los problemas asociados con el uso excesivo de esta red social.
Para contrarrestar estos efectos, se sugiere implementar estrategias de contención y acompañamiento por parte de los padres, así como promover un cambio cultural en las familias para no banalizar el impacto de las redes sociales en la vida de los jóvenes. La concienciación sobre la importancia de la higiene comportamental y la necesidad de establecer límites en el tiempo de exposición a las pantallas son clave para mitigar los posibles riesgos para la salud mental de las nuevas generaciones.