A pesar de las crecientes críticas provenientes de la Casa Rosada hacia Victoria Villarruel por la inclusión del debate del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) en la agenda de la sesión prevista para este jueves, el Senado ratificó su compromiso de abordar el tema.
El miércoles, la Vicepresidenta se reunió con los líderes de los bloques del Senado en un intento por resolver la situación. Sin embargo, la mayoría rechazó posponer el debate, y el DNU será discutido en el recinto. Aunque el escenario permanece incierto hasta el momento de la votación, el panorama no favorecía al oficialismo hasta esta noche.
“La Vicepresidenta solicitó posponer el tema para permitir al Gobierno negociar con los gobernadores. Pero no se llegó a un acuerdo. Villarruel tiene sus manos atadas; la Casa Rosada pasó todo el día atacándola a ella y a los senadores en lugar de trabajar para evitarlo”, expresó un senador que participó en la reunión de Labor parlamentaria.
Otros legisladores aún albergan la esperanza de que negociaciones de último momento entre el Ejecutivo y los gobernadores provinciales puedan cambiar el resultado. Si el DNU es rechazado por la mayoría de los senadores, no perderá vigencia a menos que también sea rechazado por Diputados, pero enfrentaría una situación delicada: parcialmente frenado en la justicia y en el Congreso.
A pesar de la conformación de la Bicameral de Trámite Legislativo hace tres semanas, encargada de analizar todos los decretos presidenciales, el DNU de Javier Milei ni siquiera ha sido discutido, y la mayoría de los bloques reconocen que los plazos para su debate han expirado.
Según fuentes parlamentarias, algunos bloques estaban a favor de posponer la discusión, como La Libertad Avanza, el PRO, un sector importante de la UCR y Cambio Federal. Por otro lado, Unión por la Patria y los bloques de fuerzas provinciales rechazaron esta posibilidad.
En medio de este escenario, la Casa Rosada emitió un comunicado expresando su preocupación por la decisión de algunos sectores políticos de avanzar con una agenda propia e inconsulta, advirtiendo sobre el “grave retroceso” que supondría el rechazo del DNU.
El Senado se encuentra dividido en este tema, con algunos senadores destacando la falta de acción del Ejecutivo para evitar el rechazo del DNU y la posibilidad de un regreso a la parálisis política anterior.
El resultado de la votación sobre el DNU de Milei en el Senado se espera con gran expectativa y podría tener implicaciones significativas para el futuro político del país.