Esta mañana, en los estudios de Radio Tupa Mbae, la profesora Sonia Muñoz y la estudiante Antonella González, ambas del Profesorado de Educación Secundaria en Matemática del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya (ISARM), compartieron sus experiencias y reflexiones sobre la carrera docente y la enseñanza de esta disciplina.
Sonia Muñoz, con una trayectoria de casi 34 años en la docencia, explicó cómo descubrió su vocación: “Primero fui docente, luego busqué la materia que quería enseñar. La Matemática tiene mala prensa, pero mi objetivo siempre ha sido democratizarla, demostrar que no es exclusiva de una élite, sino que todos pueden aprenderla”. Enfatizó la importancia de esta ciencia en la vida cotidiana y su impacto en el desarrollo del pensamiento crítico: “Resolver problemas matemáticos nos entrena para enfrentar los desafíos de la vida. Nos permite buscar soluciones, analizar caminos y tomar decisiones de manera estructurada”.
Por su parte, Antonella González, estudiante de cuarto año del profesorado, relató cómo llegó a la carrera con una pasión por la Matemática, pero descubrió con el tiempo que la enseñanza era el verdadero desafío: “Me di cuenta de que ser docente es lo primero, luego viene la materia. Conocí formas de enseñar que en la secundaria no experimenté y eso me motivó a buscar métodos innovadores para hacer la Matemática más accesible y atractiva para los estudiantes”. Además, destacó su experiencia en tutorías para alumnos con dificultades en la materia: “Fue gratificante ayudar a estudiantes de diferentes edades a superar sus desafíos académicos”.
En cuanto a las oportunidades laborales, Muñoz señaló que el Profesorado en Matemática en el ISARM brinda una formación integral: “No solo capacitamos para dictar clases, sino también en diseño curricular, creación de contenidos y evaluación educativa. Nuestros egresados tienen una alta demanda laboral”.
Sobre el impacto de la tecnología en la educación, la profesora manifestó una postura abierta: “La inteligencia artificial y las nuevas herramientas no son un problema, sino un desafío. Todo depende de cómo los docentes las utilicen. Como sucedió con la calculadora y la computadora, debemos adaptarnos y aprender a integrarlas en el proceso de enseñanza”.
El Profesorado en Matemática del ISARM continúa formando docentes comprometidos con la educación y el desafío de transmitir el conocimiento de manera accesible e innovadora. Con el compromiso de profesionales como Muñoz y la vocación de nuevas generaciones como González, la Matemática deja de ser un obstáculo para convertirse en una herramienta fundamental para el desarrollo personal y profesional.