La canción “El Privilegio de Amar” interpretada por Mijares y Lucero, nos ofrece una perspectiva profunda sobre el amor y su conexión con la fe católica. Aquí hay una reflexión que incorpora frases de la canción:
El amor es un regalo divino, un “privilegio” que nos es dado para compartir y experimentar la plenitud de la vida. La canción nos dice que “el privilegio de amar es dar lo mejor de mí, es tener compasión”. En la tradición católica, el amor es la mayor de las virtudes, reflejando la bondad y la misericordia de Dios.
“Vivir, sentir, soñar, cantar, eso es amar”, nos recuerda que el amor se manifiesta en cada aspecto de nuestra existencia. Es una fuerza que nos impulsa a vivir con pasión, a sentir con profundidad, a soñar con esperanza y a expresarnos con alegría.
La canción también nos enseña sobre la vulnerabilidad del amor: “Si duele amar o si te han herido al amar, qué importa sufrir, si al final de cuentas te hace soñar”. Aceptar el desafío del amor significa estar dispuesto a enfrentar el dolor y el sufrimiento, sabiendo que incluso en la adversidad, el amor nos eleva y nos acerca a Dios.
Finalmente, “El Privilegio de Amar” es un llamado a valorar cada momento de amor que vivimos, porque “el tiempo que se va no vuelve jamás y lo que te da la vida hay que aprovechar”. Como católicos, estamos llamados a ser conscientes del presente, a amar intensamente y agradecer a Dios por cada oportunidad de amar.
Esta canción es un hermoso recordatorio de que amar es un acto de fe, una entrega total que nos conecta con lo divino y nos transforma, permitiéndonos ser instrumentos del amor de Dios en el mundo.