Al concluir el Regina Coeli del domingo, el Papa Francisco hizo un llamado sincero a detener la espiral de violencia en Medio Oriente
El Santo Padre expresó su profunda preocupación por el deterioro de la situación en Israel luego de la intervención de Irán, subrayando la importancia de evitar acciones que amenacen la existencia de otros. Enfatizó la necesidad de que todas las naciones se posicionen del lado de la paz, facilitando la convivencia segura entre israelíes y palestinos en dos Estados vecinos.
En un gesto de solidaridad con la emergencia humanitaria en Gaza, el Papa renovó su llamado a un alto el fuego y a un avance determinado en las negociaciones. Pidió esfuerzos adicionales para aliviar el sufrimiento de la población afectada, incluida la liberación inmediata de los rehenes.
El llamado del Papa se extendió más allá de Medio Oriente, recordando a los niños de todo el mundo que sufren las consecuencias de la guerra, incluidos aquellos en Ucrania, Palestina, Israel y Myanmar. Instó a la comunidad mundial a orar por ellos y trabajar hacia la paz.
El Papa destacó la próxima Jornada Mundial del Niño, programada para el 25 y 26 de mayo, y alentó a los niños a compartir su alegría y su visión de un mundo mejor y en paz.
En sus palabras finales, el Papa Francisco declaró: “¡Cuánto sufrimiento! Oremos por la paz. ¡No más guerra, no más ataques, no más violencia! ¡Sí al diálogo y sí a la paz!”