En un mensaje enviado a los participantes del congreso «Evangelizar con las familias de hoy y de mañana. Desafíos eclesiológicos y pastorales», convocado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el papa León XIV instó a toda la Iglesia a prestar «una atención particular» a las familias que, por diversas causas, se encuentran espiritualmente distantes.
El mensaje papal fue difundido en el marco del congreso que siguió al Jubileo de las Familias, celebrado en Roma del 30 de mayo al 1 de junio, y refleja una clara preocupación por la desconexión creciente entre muchas familias contemporáneas y la vida de fe.
“El encuentro con Jesús es una experiencia maravillosa que la Iglesia está llamada a testimoniar, sobre todo entre aquellos que han perdido el contacto con Dios”, expresó el pontífice.
Una fuerte búsqueda de espiritualidad
León XIV reconoció que la actualidad muestra una fuerte búsqueda de espiritualidad, especialmente entre los jóvenes, aunque muchas veces esta se encamine lejos del mensaje cristiano. “¡Cuántas personas hoy ignoran la invitación a encontrarse con Dios!”, lamentó el Santo Padre.
Advirtió también sobre una creciente “privatización de la fe”, fenómeno que, según el Papa, impide el pleno conocimiento de la riqueza de la Iglesia como comunidad de gracia, fraternidad y amor.
En este contexto, identificó como obstáculos ciertos «modelos ilusorios de vida», promovidos en gran medida por medios de comunicación y redes sociales, que marginan la fe y alejan a las familias de Dios.
Una misión que involucra a toda la Iglesia
El Papa subrayó que esta misión evangelizadora no es tarea exclusiva de los obispos, sino de toda la Iglesia, incluidos los laicos. Invitó a todos a «salir al encuentro de las familias que ya no se acercan solas» y a acompañarlas con comprensión, testimonio de vida y cercanía concreta.
“El esfuerzo pastoral nace del deseo de ‘pescar’ a esta humanidad y salvarla del mal y de la muerte mediante el encuentro con Cristo”, explicó, evocando la imagen evangélica de los apóstoles pescadores.
También se refirió a los jóvenes que optan por la convivencia en lugar del matrimonio cristiano, señalando que necesitan descubrir, a través del ejemplo y la cercanía, la fuerza del sacramento y la belleza de la vocación al amor y al servicio de la vida.
La familia, núcleo transmisor de la fe
Recordando las enseñanzas de San Agustín, León XIV afirmó que “la pregunta por el infinito” presente en cada ser humano exige que los padres hagan a sus hijos conscientes de la paternidad de Dios. “La familia es el primer núcleo eclesial en el que se transmite la fe”, reiteró.
El Papa señaló también la importancia de crear comunidades que sostengan a los padres en su misión educativa, ofreciéndoles un contexto en el cual puedan encontrarse con Jesús y crecer en la fe.
El rostro amable de la fe
Finalmente, León XIV hizo un llamado a no reducir la vida cristiana a una moral rígida o a un conjunto de normas difíciles de vivir, sino a redescubrir “el don de la persona de Cristo”.
“El mayor error es pensar que la gracia de Cristo es solo su ejemplo y no su persona misma”, advirtió, invitando a todos los creyentes a renovar su identidad de fe.
“Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre”, concluyó el Papa, subrayando que solo con una fe viva y renovada será posible ayudar a las familias a recorrer caminos gozosos de comunión y a convertirse, ellas mismas, en sembradoras de fe.