En una entrevista exclusiva con Radio Tupa Mbae, Mons. Dr. Alejandro Bunge, juez del Tribunal de la Rota Romana y presidente de la Oficina del Trabajo de la Sede Apostólica, compartió su profunda admiración por el Papa Francisco y reflexionó sobre su legado tras conocerse la noticia de su reciente fallecimiento. En conversación con el padre Alejandro Cañete, conductor del programa Caminando juntos, Mons. Bunge rememoró momentos clave de su relación con el Pontífice, tanto en Buenos Aires como en el Vaticano, y destacó el impacto de su pontificado en la Iglesia universal.
En diálogo con La Creíble FM 105.9, Mons. Bunge recordó con emoción la cercanía, humildad y entrega del Papa Francisco. Subrayó su estilo pastoral abierto, su fidelidad al Espíritu Santo en las reformas y su deseo de permanecer siempre junto al pueblo. “Quiso morir con las botas puestas, en medio de su gente, sin esquivar el compromiso”, expresó, resaltando el legado imborrable que deja en la Iglesia.
Un Papa cercano y humilde
El inicio de la entrevista estuvo marcado por una anécdota que evidenció la cercanía y humildad del Papa Francisco. Mons. Bunge recordó cómo, en 2006, cuando le fue encomendada una tarea en Buenos Aires, el Sumo Pontífice, a pesar de su alta jerarquía, lo trató con un trato informal que sorprendió gratamente al prelado. «El Papa quería encargarme una tarea en el año 2006 en Buenos Aires. Y en apenas dos minutos de conversación, me encontré tratándolo de tú, de vos. ‘¿Qué te parece? Yo te propondría que…’. Luego, me disculpé y le dije: ‘Perdón, eminencia’. A lo que el Papa me respondió: ‘No, no, así está bien, seguí así, que así nos entendemos'», relató Bunge.
Este gesto no solo mostró la naturalidad con la que el Papa se relacionaba con quienes lo rodeaban, sino que también reflejaba su deseo de eliminar las barreras que pudieran existir debido a su cargo. «El Papa me ofreció ese puente para tratarlo de esa manera como lo ha hecho siempre: un hombre cercano, un hombre atento, un hombre que escucha y un hombre que decide«, destacó Bunge.
Reformas y compromiso pastoral
La entrevista continuó con una reflexión sobre las reformas que el Papa Francisco impulsó durante su pontificado. Mons. Bunge destacó la claridad con la que el Papa asumió las responsabilidades que le fueron encomendadas, siempre fiel a las convicciones del Colegio de Cardenales. «El Papa siempre fue fiel al Espíritu Santo. Las reformas que emprendió respondieron a las expectativas de los cardenales que lo eligieron«, expresó.
Un momento particularmente significativo que Bunge recordó fue el primer gesto del Papa Francisco ante el mundo, tras su elección como Pontífice: su llamado a la oración, pidiendo humildemente: «Recen por mí«. Este acto no solo simbolizó su cercanía con los fieles, sino que se convirtió en una constante a lo largo de su papado. «Lo viví desde Buenos Aires, y esa frase fue algo que nunca olvidaremos. El Papa no improvisó, lo decía con humildad cada vez que lo necesitaba, durante más de 12 años«, afirmó Bunge.
La visión pastoral del Papa Francisco también fue un tema central de la conversación. Mons. Bunge destacó cómo el Pontífice rompió con los protocolos tradicionales de la Iglesia, mostrando una especial preocupación por las comunidades más pequeñas y necesitadas de su atención. Un ejemplo de ello fue su viaje a Mongolia, un país con apenas 1.500 católicos en una población de tres millones. «Este gesto muestra cómo el Papa no solo se centró en los grandes focos, sino que incluyó en su misión a las comunidades más alejadas y menos visibles«, indicó Bunge.
«Francisco, quiso morir con las botas puestas, siempre en medio de su gente»
La entrevista culminó con una reflexión sobre el último gesto del Papa Francisco, cuando, a pesar de su delicado estado de salud, decidió salir a saludar a los fieles y darles su bendición en la Plaza de San Pedro. «Él quería que la bendición llegara a todos de la manera más cercana posible. No bastaba con hacerlo desde el balcón, quería estar en medio de su pueblo, tal como lo hizo el 13 de marzo de 2013, cuando recibió la oración de la plaza», comentó Mons. Bunge, subrayando el compromiso inquebrantable del Papa con su misión hasta el último momento.
Este acto, según Bunge, reflejó la esencia del pontificado del Papa Francisco: un líder dispuesto a estar siempre cerca de la gente, sin rehuir el compromiso. «No quería ‘balconear’. Quiso morir con las botas puestas, siempre en medio de su gente, sin esquivar el compromiso«, destacó.
Finalmente, Mons. Bunge expresó su admiración por el Papa Francisco, resaltando su fidelidad a Jesús y su legado imborrable. «El Papa fue fiel a Jesús, con todos sus defectos, como Pedro y todos sus sucesores. Pero lo que lo hizo único fue su fidelidad al Espíritu Santo, y esa huella quedará marcada para siempre«.
Mons. Dr. Alejandro Bunge, juez del Tribunal Apostólico de la Rota Romana
Antes de cerrar la entrevista, el padre Alejandro Cañete le transmitió a Mons. Bunge un saludo de Mons. Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas. Bunge respondió con afecto: «Gracias. Mis saludos a Mons. Martínez, con quien nos conocimos cuando hicimos juntos el seminario. Él entró un año después que yo, y se ordenó también un año después que yo. Pero hicimos prácticamente todo el camino juntos. Bendiciones para todos», concluyó.
El Padre Alejandro Cañete, durante la entrevista a Mons. Bunge en los estudios de Radio Tupa Mbae