En la solemne Misa de Nochebuena celebrada en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco hizo un llamado urgente a redescubrir la esperanza, especialmente en tiempos de crisis y desolación. La liturgia marcó no solo el nacimiento de Cristo, sino también el inicio oficial del Jubileo de 2025, con la apertura de la Puerta Santa.
En su homilía, el Papa subrayó que la Navidad es un momento para abrir los corazones a la esperanza, un regalo que “se abre de par en par al mundo” y que Dios ofrece a todos. “¡También para vosotros hay esperanza!”, proclamó el Pontífice, instando a los fieles a recibir este don con el asombro de los pastores de Belén, quienes, tras escuchar el anuncio del ángel, fueron “sin demora” a ver al niño Jesús.
Francisco destacó que en el mundo actual, lleno de conflictos y sufrimiento, como las guerras, la violencia contra los niños y los ataques a escuelas y hospitales, la esperanza sigue siendo posible. “Sin demora, vayamos a ver al Señor que ha nacido por nosotros”, exhortó, añadiendo que la esperanza no debe ser un simple “final feliz” esperado pasivamente, sino una promesa que se debe acoger “aquí y ahora”, especialmente en medio de las dificultades cotidianas.
En un emotivo momento de la homilía, el Papa reflexionó sobre el misterio de la encarnación, recordando cómo “el infinitamente grande” se hizo pequeño y cómo la gloria de Dios se hizo visible en un niño. Este evento, dijo, nos invita a renovar nuestra esperanza: “Si Dios puede visitarnos, incluso cuando nuestro corazón parece un humilde pesebre, podemos decir verdaderamente: la esperanza está viva”.
A lo largo de la homilía, Francisco también recordó la importancia del Jubileo, que llama a los cristianos a renovar su vida espiritual y comprometerse en la transformación de un mundo que necesita urgente esperanza. “Este es el tiempo de la esperanza”, afirmó el Papa, invitando a los fieles a no demorarse ni caer en la mediocridad. En este sentido, citó a San Agustín, quien enseñaba que la esperanza cristiana nos llama a indignarnos por lo que está mal y a encontrar el coraje para cambiarlo.
El Papa concluyó su mensaje destacando que el Jubileo es un tiempo para redescubrir la alegría del encuentro con el Señor y para ser portadores de esperanza en el mundo. “Querida hermana, querido hermano, en esta noche se abre ante vos la ‘puerta santa’ del corazón de Dios. Jesús, Dios-con-nosotros, nace para vos, para nosotros, para todo hombre y mujer”, concluyó.
Este 25 de diciembre, el Papa pronunciará su tradicional mensaje Urbi et Orbi desde la logia central de la Basílica de San Pedro, y a lo largo de las celebraciones jubilares, se abrirán más Puertas Santas, como signo de la constante invitación de Dios a la esperanza y la renovación espiritual.
Además, el Papa destacó un gesto especial para los presos, anunciando que el 26 de diciembre abrirá una Puerta Santa en una cárcel romana, como símbolo de esperanza para los detenidos. Esta es la primera vez que un portal jubilar se abre en un centro penitenciario.
Las Puertas Santas seguirán abriéndose en las principales basílicas papales durante el 2025, marcando un año de especial énfasis en la renovación de la fe y la esperanza cristiana. AICA