El Papa Francisco destaca el poder del Espíritu Santo para abrirnos a la vida eterna


Durante la audiencia general de este miércoles en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco reafirmó la importancia de la fe en el Espíritu Santo, subrayando que nos libera de la angustia de pensar que todo acaba con la muerte. “La vida que nos da el Espíritu Santo es vida eterna”, afirmó el pontífice ante miles de fieles.

El Santo Padre continuó con su serie de catequesis sobre el Espíritu Santo, destacando esta vez su presencia en la vida de los cristianos y su papel central en la Iglesia. “El Espíritu Santo está presente y actúa en nuestra vida cristiana”, explicó, resaltando que “habita dentro de nosotros” y que su misión es hacernos partícipes de la vida de Cristo y su victoria sobre el pecado y la muerte.

El Espíritu Santo: Fuente de reconciliación y vida

En su reflexión, el Papa señaló que el Espíritu Santo es consustancial al Padre y al Hijo, y es “dador de vida”. Reiteró que es Dios mismo quien obra a través del Espíritu para llevarnos hacia la salvación, promoviendo la reconciliación entre los cristianos y fortaleciendo las relaciones en la comunidad de fe.

Un mensaje de esperanza

En un mensaje que brindó consuelo a los presentes, el Papa Francisco enfatizó que la fe en el Espíritu Santo nos ofrece una visión de esperanza más allá del sufrimiento y la injusticia del mundo. “La fe nos libera del horror de tener que admitir que todo termina aquí”, aseguró, ofreciendo palabras de aliento para quienes enfrentan momentos de incertidumbre o dolor.

Apoyado en la Carta de San Pablo a los Romanos, el Papa recordó que el mismo Espíritu que resucitó a Jesús también dará vida a nuestros cuerpos mortales, reafirmando la promesa de la vida eterna para todos aquellos que creen.

Gratitud por el don de la fe

Finalmente, el pontífice invitó a los fieles a cultivar esta fe y a agradecer por el don de la vida eterna que nos fue otorgado a través de la muerte de Cristo. “No olvidemos agradecer a Aquel que, con su muerte, nos obtuvo este don inestimable”, concluyó.

La audiencia terminó con la bendición papal y el llamado a continuar reflexionando sobre la acción del Espíritu Santo en la vida diaria de los creyentes. AICA