El Gobierno y la CGT se reúnen para buscar consenso en medio de las tensiones por la marcha universitaria y el paro del transporte


Esta tarde, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el secretario de Trabajo, Julio Cordero, recibirán en Casa Rosada a una delegación de la CGT, en un intento por formalizar una tregua y reestablecer el diálogo en medio de crecientes conflictos laborales. La reunión se da en un contexto de alta tensión, marcado por la marcha universitaria prevista para este miércoles y el paro del transporte programado para el 17 de octubre.

A la cita, pautada para las 17 horas, acudirán dos de los cotitulares de la CGT, Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (estaciones de servicio), aunque las ausencias de Pablo Moyano y su padre, Hugo Moyano, destacan en la agenda. El encuentro pretende destrabar los conflictos relacionados con los sectores universitarios y del transporte, ambos en plena batalla por mejoras salariales y condiciones laborales.

En la comitiva cegetista también figuran figuras claves como Gerardo Martínez (UOCRA) y Roberto Fernández (UTA), quien lidera el sector del transporte que prepara una huelga para mediados de octubre. Además, se sumarán representantes docentes, entre ellos Daniel Ricci (FEDUN) y Sergio Romero (UDA), que buscan revertir las medidas que afectan al financiamiento de las universidades públicas.

El Gobierno, si bien no tiene grandes expectativas sobre esta reunión, intentará recomponer relaciones con la CGT en el marco de los lineamientos impulsados por la gestión de Javier Milei. Entre los temas a tratar destacan la reglamentación de la reforma laboral y la suspensión del proyecto de Democracia Sindical, que buscaba limitar el poder sindical.

Gerardo Martínez, referente del sector dialoguista, expresó su intención de fortalecer el diálogo con el Gobierno y los empresarios, señalando que “el ajuste no debe recaer solo en el pueblo” y criticando la Ley Bases como una medida perjudicial para los trabajadores. Por su parte, Pablo Moyano se mantiene como la figura más crítica del sindicalismo, llamando a confrontar al Gobierno “en la calle” y tildando la reglamentación de la reforma laboral como un golpe a los derechos laborales.

Este encuentro representa un intento de encontrar salidas a los problemas laborales y salariales que afectan a diversos sectores, aunque las divisiones internas en el sindicalismo y las posturas del Gobierno sugieren que las negociaciones serán complejas. Infobae