Tras un período de baja actividad legislativa, el oficialismo retoma el impulso con la presentación de una versión más acotada del proyecto de Ley Ómnibus, que incluirá la tan debatida reforma laboral. Se espera que el próximo miércoles el proyecto sea ingresado en la mesa de entradas de la Cámara de Diputados, con la intención de que sea sometido a votación el próximo 25 de abril en el recinto.
El Gobierno confía en contar con los votos necesarios, basándose en los 144 votos que obtuvo la votación en general del primer intento de media sanción. Sin embargo, las negociaciones con los gobernadores podrían ser un factor determinante en el avance del tratamiento. La posibilidad de dejar sin quórum la sesión si no se satisfacen ciertas demandas fiscales, como la reversión del impuesto a las Ganancias y otras medidas, podría poner en peligro el calendario previsto.
Una de las novedades más destacadas es la inclusión de la reforma laboral en el paquete Ómnibus. Aunque inicialmente frenada por un amparo de la CGT, el Gobierno busca darle consolidación institucional mediante un tratamiento legislativo. Aspectos como la reducción del costo de las indemnizaciones, el alargamiento de las pasantías laborales y la sanción de las asambleas en ámbitos de trabajo serán puntos de fuerte debate.
El presidente de la Cámara baja, Martín Menem, jugará un papel crucial en la definición de los giros de comisión del proyecto. Se espera que el trabajo se desarrolle a través de plenarios que culminen con la firma de los dictámenes para el 17 de abril, abriendo así la posibilidad de llevar el proyecto al recinto una semana más tarde.
Este acelerado proceso de debate legislativo será una prueba importante para el oficialismo, que busca avanzar en una agenda de reformas clave para el país.