Desde la Casa Rosada confirmaron que la idea es quitar de discusión la iniciativa. El secretario de Finanzas aseguró que “el objetivo de déficit financiero cero para este mismo año sigue inamovible”.
Tras el retiro del paquete fiscal que anunció el último viernes el ministro de Economía Luis Caputo, el Gobierno analiza dar marcha atrás también con la modificación del impuesto a las Ganancias que envió la semana pasada al Congreso.
Este lunes, los representantes legislativos del oficialismo tendrán una reunión clave con integrantes del gabinete nacional para reformular la estrategia parlamentaria. En el Palacio de Hacienda aseguran que el objetivo de déficit financiero cero “sigue inamovible”.
Primeros coletazos de la conferencia de prensa. Con el título de “impuesto a los ingresos personales”, la semana pasada el Gobierno había envíado una propuesta para bajar el mínimo no imponible de Ganancias a $1.250.000 brutos mensuales, pero la sangría sufrida en el proyecto de ley ómnibus pone ahora en jaque esa modificación.
“Dentro del paquete fiscal no estaba, había ingresado de forma independiente. No tenemos ningún apuro en empezarlo a tratar. El día lunes nos vamos a juntar con parte del equipo económico para definir la estrategia”, explicaron desde el bloque de diputados de La Libertad Avanza. En la Casa Rosada, fueron aún más contundentes: “la idea es retirar la modificación de Ganancias”, dijeron.
La discusión con los gobernadores
Desde la óptica política podría leerse como una retribución de gentilezas a los gobernadores que esperaban compensar de alguna manera los ingresos por coparticipación que perdieron con la última modificación que votó el Congreso apenas tres meses atrás y que negociaron con el Ejecutivo hasta el último momento su apoyo al paquete de medidas del Gobierno.
Un mandatario provincial, ya dio como un hecho el retiro de la iniciativa por parte del oficialismo. Como alternativa, hay proyectos presentados por la diputada catamarqueña Fernanda Ávila y el bonaerense Carlos Castagneto para coparticipar el tributo al cheque y el impuesto país respectivamente. No son vistos con buenos ojos por parte del Ejecutivo.
El equipo económico analiza alternativas
La ley ómnibus tal como estaba planteada desde el inicio estimaba entre recortes del gasto e incrementos de los ingresos una mejora de 1,8% del PBI para el fisco. A eso se sumaban, según las proyecciones del Ministerio de Economía, otros 0,4% por la “reversión en la reforma de ganancias”. Es decir que la marcha atrás legislativa implicaría en suma una caída de 2,2 puntos del producto.
En el Gobierno dicen que esto no altera los planes. El presidente Javier Milei dijo que “el ajuste no se negocia”. En esa misma línea, el secretario de Finanzas Pablo Quirno aseguró que “el objetivo de déficit financiero cero para este mismo año sigue inamovible”. El ex JPMorgan y hombre de extrema confianza del ministro Caputo, agregó: “tenemos todas las herramientas para poder hacerlo”.
En el equipo económico ya analizan alternativas. La menor gradualidad en la quita de subsidios económicos, las transferencias a las provincias y la actualización del impuesto a los combustibles líquidos aparecen como algunas de las potencias variables de ajuste. Aunque, claro está, la motosierra no es la única encendida, el electrodoméstico más explorado por la Rosada hasta ahora es la licuadora.