Hoy, la Cámara de Diputados se prepara para debatir el veto presidencial de Javier Milei al proyecto de financiamiento de universidades, una medida que se ha convertido en un tema candente justo una semana después de la segunda Marcha Federal Universitaria. El oficialismo busca asegurar los votos necesarios para mantener la decisión presidencial, mientras que la oposición plantea la posibilidad de judicializar la situación si el veto es insistido.
Hasta el último momento, Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, ha estado negociando con bloques dialoguistas en un intento por asegurar el apoyo necesario para que el oficialismo pueda ratificar el veto en la sesión que comenzará a las 11:00. Sin embargo, la situación es incierta: se estima que entre 80 y 84 votos respaldan el veto, mientras que entre 160 y 164 diputados se alinean con la insistencia en el proyecto original. Las ausencias y los respaldos de último minuto podrían definir el resultado.
El jefe del bloque La Libertad Avanza, Oscar Zago, se encuentra de viaje en España, lo que debilita la posición del oficialismo. Aun así, se espera que otros miembros de su bancada, como Lilia Lemoine, lleguen a Buenos Aires a tiempo para participar en la votación. En un contexto donde las negociaciones han sido constantes, los votos de la UCR, que cuenta con una porción significativa de diputados dispuestos a apoyar la insistencia, son clave.
En el otro extremo del recinto, los que defienden el veto cuentan con una base sólida. La Libertad Avanza, el PRO y algunos diputados de otros bloques están decididos a apoyar la posición del gobierno, lo que genera un ambiente de incertidumbre en la Cámara.
Además, mientras el Gobierno busca el apoyo de gremios universitarios, también ha anunciado un incremento en la Garantía Salarial Docente, lo que podría influir en la percepción de algunos legisladores. Sin embargo, el aumento aún queda por debajo de lo reclamado por los sindicatos, lo que podría complicar aún más la situación.
La tensión se amplía al considerar que, si la Cámara de Diputados insiste en el proyecto, el veto será llevado al Senado, donde las circunstancias son aún más desafiantes para el Gobierno. La vicepresidenta Victoria Villarruel se encuentra actualmente en el extranjero, lo que añade otro nivel de complejidad a las negociaciones legislativas.
En caso de que la Cámara de Diputados logre apoyar la insistencia en la ley, el Gobierno ya ha advertido que podría recurrir a acciones legales para evitar su implementación, citando que cualquier gasto no previsto en el presupuesto debe especificar las fuentes de financiamiento.
El resultado de la votación de hoy no solo definirá el futuro del financiamiento universitario en Argentina, sino que también marcará el rumbo del actual Gobierno en su relación con el Congreso y el movimiento estudiantil.