El Gobierno enfrenta contrarreloj la crisis por el caso Espert y el dilema de la reimpresión de boletas


Tras el escándalo, Milei intenta reencauzar la campaña bonaerense con Santilli como nuevo candidato y un show musical en el Movistar Arena. La Justicia Electoral analiza el costo y la viabilidad de volver a imprimir las boletas.

Mientras el ministro de Economía, Luis Caputo, buscaba en Washington respaldo financiero del Tesoro estadounidense y del FMI, el presidente Javier Milei encabezó anoche un multitudinario show musical en el Movistar Arena. El evento, con un repertorio de rock nacional y la presentación de su libro La Construcción del Milagro, fue leído como un intento de recomponer la imagen presidencial y fortalecer al núcleo duro libertario, tras el impacto político del caso José Luis Espert.

La crisis se desató luego de que el ex candidato a diputado por Buenos Aires admitiera haber recibido un pago de USD 200.000 de una empresa minera vinculada a Federico “Fred” Machado, empresario investigado en Estados Unidos por lavado de dinero y narcotráfico. Pese a los pedidos internos de distancia, Milei sostuvo públicamente la candidatura de Espert hasta el último momento. Finalmente, el domingo por la tarde, el economista anunció su renuncia a través de redes sociales.

Con el escándalo aún fresco, el Gobierno intenta dar vuelta la página y recuperar terreno en la provincia de Buenos Aires, donde las últimas encuestas muestran una diferencia de entre 10 y 15 puntos a favor del peronismo. En ese contexto, Milei decidió proponer como nuevo cabeza de lista al ex vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, quien aceptó el desafío y comenzó a delinear una agenda de campaña intensa en territorio bonaerense.

Sin embargo, la designación enfrenta un obstáculo clave: la Justicia Electoral debe definir si autoriza la reimpresión de boletas con el nombre de Santilli en reemplazo del de Espert. La Junta Electoral provincial solicitó a La Libertad Avanza información sobre el costo, la disponibilidad presupuestaria y las imprentas habilitadas para realizar el trabajo.

Según estimaciones oficiales, el gasto oscilaría entre 10.000 y 15.000 millones de pesos, una cifra que excede ampliamente el límite de financiamiento electoral fijado en $5.200 millones. Desde el Gobierno deslizan que, si se aprueba el cambio, el partido asumiría los costos, aunque fuentes judiciales y opositoras advierten que sentaría un precedente “gravísimo” en materia de transparencia electoral.

Mientras tanto, los equipos legales libertarios, encabezados por Sebastián Amerio y Santiago Viola, trabajan junto al juez Alejo Ramos Padilla para acelerar una resolución. En paralelo, la Casa Rosada definió que Santilli —junto a Milei— será la figura central de la campaña bonaerense. Hoy ambos tienen previsto un acto en Mar del Plata junto al intendente Guillermo Montenegro.

En el Congreso, Espert presentó su renuncia a la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Hacienda y no se descarta que solicite una licencia de su banca. Su reemplazante en la comisión sería Bertie Benegas Lynch, quien participó como baterista en el show del Movistar Arena.

El dilema bonaerense se suma a otros frentes de preocupación para el oficialismo. La Corte Suprema debe resolver la extradición de Machado, y el Gobierno enfrenta críticas por la demora en reglamentar la ley de discapacidad. Además, en Córdoba y Santa Fe se anticipan escenarios electorales adversos, claves para la definición del 26 de octubre.

A menos de tres semanas de los comicios, Milei apuesta a recomponer la mística libertaria y revertir el desgaste político y económico que atraviesa su gestión. La decisión final de la Justicia Electoral —sobre la boleta y la candidatura de Santilli— será determinante para saber si el Gobierno logra, finalmente, dejar atrás el caso Espert o si el escándalo continuará marcando la recta final de la campaña.