El reloj avanza implacable y la presión se intensifica en el Congreso mientras el Gobierno se enfrenta a un apretado cronograma para asegurar la aprobación de la Ley Bases antes del esperado Pacto de Mayo. Con solo 20 días hábiles en juego, cada hora cuenta en esta carrera contra el tiempo.
El presidente ha establecido como condición sine qua non para el ansiado acuerdo nacional que su paquete fundacional sea validado por el espectro político. Sin margen para errores propios o contratiempos externos, la administración se encuentra en una encrucijada donde cada movimiento debe ser calculado con precisión.
En un ambiente de urgencia palpable, los actores políticos se preparan para enfrentar dos sesiones cruciales en Diputados, donde se debatirá tanto la Ley Bases como importantes reformas laborales y fiscales. Los libertarios, además, tienen la mira puesta en el calendario de mayo, con los límites impuestos por Javier Milei en la Asamblea Legislativa.
El cronograma es extremadamente ajustado, con apenas 20 días hábiles restantes antes del 25 de mayo. Ante este panorama, tanto en la Casa Rosada como en los bloques legislativos, se realizan cálculos meticulosos con la certeza de que cada día cuenta.
Conscientes de la urgencia, se ha diseñado un plan estratégico para asegurar la victoria legislativa a tiempo, vital para demostrar estabilidad y atraer inversiones. Sin embargo, cualquier desviación en el camino podría significar un retraso crucial.
En este contexto, las próximas semanas son cruciales: se planea la aprobación del proyecto en Diputados la próxima semana, seguida por la convocatoria a comisiones en el Senado y el debate en el recinto en semanas sucesivas. Pero incluso si todo sale según lo planeado, el margen para sumar adhesiones para el gran acuerdo político es escaso.
A pesar de los desafíos, en la administración se reconoce la importancia de establecer límites temporales para evitar dilaciones interminables. Sin embargo, se mantiene la cautela ante posibles obstáculos de último momento por parte de la oposición.
Con los ojos puestos en el reloj, el Gobierno y sus aliados políticos se preparan para enfrentar una serie de desafíos en el Congreso en las próximas semanas, con la certeza de que el tiempo es su recurso más escaso y valioso. Infobae