El Gobierno nacional eliminó hoy la obligación de pagar por adelantado el 95% del Impuesto PAÍS que el ARCA (ex AFIP) exigía para acceder a divisas del Banco Central para el pago de importaciones. Esta medida, que entró en vigencia de inmediato, reduce el costo implícito de las importaciones y genera un tipo de cambio más favorable para las empresas que dependen de compras internacionales.
El Impuesto PAÍS, que actualmente se aplica a bienes y servicios importados, ha sido un tema de debate desde su creación en 2019, como parte de las medidas de emergencia económica del gobierno de Alberto Fernández. Aunque la alícuota fue ajustada varias veces, en octubre pasado se redujo al 7,5%, tras haber sido unificada en 15% en los primeros días del mandato. Con la medida de hoy, el Gobierno deja de exigir el pago anticipado de este impuesto para las importaciones, lo que tendrá un impacto directo sobre los costos de productos extranjeros.
Según un comunicado oficial de ARCA, «se dejará sin efecto la obligación del pago a cuenta del 95% del impuesto PAÍS para las importaciones», a partir de hoy. Esta decisión responde a la proximidad de la fecha de vencimiento del tributo, que expirará el 22 de diciembre de 2024. El pago anticipado del impuesto ya no tiene sentido, ya que los plazos para la obtención de divisas para importación son de 30 días y, en ese tiempo, el tributo perderá vigencia.
Con esta medida, el tipo de cambio implícito para las importaciones será más barato, lo que podría reducir el costo de los productos que llegan al país. A su vez, la decisión no tendrá un impacto directo en otros consumos en dólares, como el uso de tarjetas de crédito para gastos en el exterior o turismo, ya que el Gobierno adelantó que no habrá cambios en esos cobros.
Fin de un ciclo
El Impuesto PAÍS, que inicialmente fue impuesto con una alícuota del 30% sobre bienes y servicios importados, nació como parte de las políticas de ajuste económico implementadas a principios del mandato de Fernández. En 2020, la alícuota fue incrementada a 35% y, en los últimos meses de 2024, se redujo a 7,5%. La extinción del impuesto, prevista para fines de este año, marca el cierre de un ciclo en la política económica de emergencia que buscaba frenar la fuga de divisas y equilibrar la balanza comercial.
El presidente del Banco Central, Santiago Bausili, ya había reconocido que los cambios en la política cambiaria, junto con la baja en los impuestos para importación, tendrán un impacto directo sobre la competitividad de los productos nacionales en relación con los importados. Por otro lado, algunos economistas advirtieron que la caída de la cotización de los dólares paralelos podría generar presiones sobre las reservas del Banco Central.
Por su parte, algunos analistas consideran que la apreciación del peso podría afectar negativamente la competitividad de las exportaciones, pero resaltan que el actual escenario de superávit fiscal y la potencial inyección de divisas por blanqueo de capitales pueden contrarrestar estos efectos.
Impacto en las compras internacionales
En el mercado cambiario, la eliminación del anticipo del Impuesto PAÍS tendrá un efecto directo sobre el tipo de cambio utilizado en las compras al exterior. De acuerdo con cálculos de consultoras como Analytica, esta medida podría llevar el tipo de cambio para los gastos con tarjetas en el exterior a niveles inferiores a los de 2017 y 2018, lo que beneficiaría a quienes viajan al exterior o compran productos por internet.
El cambio en las políticas cambiarias y fiscales de Argentina genera expectativas entre empresarios y economistas sobre un posible ajuste en el tipo de cambio y el impacto en la economía nacional. Sin embargo, muchos coinciden en que la baja de impuestos en este contexto puede aliviar a las empresas importadoras, aunque se mantiene el interrogante sobre los efectos a largo plazo sobre las reservas del Banco Central y la competitividad de la industria nacional. Infobae