El FMI elogia el avance de Argentina pero pronostica una caída económica del 2.8% y una inflación del 150%


El último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre las Perspectivas Económicas Globales (WEO) ha mantenido las proyecciones sombrías para la economía argentina, a pesar de reconocer avances notables por parte de las autoridades locales. Según el WEO, Argentina enfrentará una contracción del 2.8% en su Producto Bruto Interno (PBI) y una inflación acumulada del 150% para este año. Estas cifras, aunque desalentadoras, reflejan una mejora en comparación con estimaciones anteriores, lo que sugiere un posible camino hacia la estabilización económica.

El economista jefe del FMI, Pierre Olivier Gourinchas, destacó en una conferencia de prensa la implementación de un plan de estabilización “muy ambicioso” por parte de las autoridades argentinas, centrado en un fuerte ancla fiscal para eliminar la financiación gubernamental por parte del Banco Central, lo que ha comenzado a mostrar resultados con una notable caída en la inflación mes a mes y el registro de un superávit fiscal por primera vez en más de una década.

Sin embargo, Gourinchas también señaló la necesidad de un mayor esfuerzo y una implementación política firme para abordar los desafíos económicos pendientes, especialmente en términos de crecimiento y empleo. La recesión prolongada prevista por el FMI implicaría un aumento del desempleo, pasando del 6.6% al 8%, antes de un esperado rebote económico del 5% para 2025.

En medio de estas proyecciones, el ministro de Economía, Luis Caputo, se prepara para viajar a Washington para participar en la Asamblea de Primavera del FMI, un escenario crucial para continuar las conversaciones sobre el programa económico y posiblemente asegurar apoyo financiero adicional.

A pesar de los desafíos locales, el FMI también destaca los riesgos y las oportunidades en el contexto global. La incertidumbre geopolítica, incluida la guerra en Ucrania y los conflictos en Oriente Medio, así como los efectos persistentes de la pandemia de COVID-19, plantean desafíos significativos para la economía mundial. Sin embargo, también hay elementos que podrían impulsar la recuperación, como una política fiscal más expansiva y avances tecnológicos en inteligencia artificial. (Infobae)