La industria audiovisual argentina se enfrenta a una crisis sin precedentes, según advierten trabajadores del sector cultural y algunos intelectuales. El investigador Raúl Manrupe y el cineasta Demian Rugna, director de la exitosa película «Cuando acecha la maldad», analizan la situación en una entrevista televisiva.
El cierre del INCAA fue una de las promesas destacadas durante la campaña electoral por parte de La Libertad Avanza. La llegada de Javier Milei al poder y la designación de Carlos Luis Pirovano al frente del instituto marcaron el inicio de una serie de medidas que incluyeron desfinanciamiento, recortes y despidos.
Actores, directores, productores y guionistas han levantado su voz en contra de estas decisiones, considerándolas un ataque a la soberanía audiovisual. Mientras tanto, el gobierno ha justificado estas acciones como un «reordenamiento» para frenar los «gastos de la política».
A la espera de las decisiones del Congreso, la industria cinematográfica se ve gravemente afectada. Instancias clave para la gestación y finalización de películas, como los comités de preselección y de películas terminadas, han dejado de funcionar. El recorte de fondos ha golpeado duramente al sector, sin considerar alternativas como un sistema mixto con inversiones privadas propuesto por algunos expertos.
Raúl Manrupe, reconocido investigador, advierte sobre el impacto humano y económico de estas medidas, destacando que no solo se trata de un ajuste financiero, sino de un ataque a la expresión cultural y a la generación de empleo.
La venta del cine Gaumont, el cierre de la plataforma Cine.ar Play y la posible privatización de la Enerc son otros golpes que sacuden a la industria. Todo esto se suma al argumento del gobierno sobre el déficit del INCAA, que busca justificar sus decisiones.
Demian Rugna, director de «Cuando acecha la maldad», señala la importancia de políticas públicas que fomenten la producción audiovisual y lamenta el alejamiento del público de un cine que lo represente. La venta del Gaumont y el cierre de Cine.ar Play son vistos como ataques a la cultura argentina.
El futuro de la industria está en manos de los legisladores. El cine argentino ha sido un reflejo de nuestra historia y diversidad cultural, y su valor va más allá de los términos económicos. Es un patrimonio que debe ser protegido y valorado. Con información de TN