El fallecimiento del Papa Francisco llevó al Senado de la Nación a suspender toda su actividad legislativa durante una semana, en adhesión al duelo nacional decretado por el Ejecutivo. La vicepresidente Victoria Villarruel, en su rol de presidente del Senado, tomó la decisión y asumirá además el mando del Poder Ejecutivo mientras el presidente Javier Milei viaja al Vaticano.
Como consecuencia, quedaron postergados debates clave como el tratamiento del proyecto de ley de Ficha Limpia —que busca impedir que personas con condenas por corrupción u otros delitos graves se postulen a cargos electivos— y la declaración de emergencia para la ciudad de Bahía Blanca, gravemente afectada por inundaciones en marzo.
La Cámara de Diputados también reorganizó su agenda
Martín Menem, su presidente, decidió suspender las sesiones previstas, incluyendo la esperada interpelación al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, por el escándalo de la criptoestafa LIBRA$. El encuentro con los jefes de bloque derivó en un acuerdo para reprogramar las actividades parlamentarias para la semana siguiente.
En paralelo, diputados del bloque Unión por la Patria, encabezados por Eduardo Valdés, solicitaron una sesión especial para rendir homenaje al Sumo Pontífice. Entre las iniciativas presentadas, figura el cambio de nombre del Salón Blanco del Congreso por “Salón Jorge Mario Bergoglio, Papa Francisco”, además del posible envío de una delegación legislativa a Roma para participar en las ceremonias fúnebres.