“El ajuste profundiza el deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores”, afirmó el magíster Luis Campos


En comunicación con  Radio Tupambaé, Luis Ernesto Campos, doctor en Ciencias Sociales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), magíster en Economía Política con mención en Economía Argentina, becario del Conicet y docente de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), analizó la situación económica y laboral que atraviesa la Argentina en un contexto de crisis estructural y tensiones sociales.

El país está en un momento muy delicado. Lo que vemos en el dólar o el riesgo país son solo síntomas de una crisis más profunda que impacta con fuerza en los sectores más vulnerables”, advirtió Campos. Según el investigador, los problemas actuales tienen raíces de larga data y se agudizaron en el último año y medio, con una marcada caída del salario real y un estancamiento prolongado del empleo formal.

 

Costos laborales y derechos

Consultado sobre el debate en torno al “costo laboral”, Campos explicó que este concepto “es solo una parte de la estructura de costos empresariales, junto con la infraestructura, la carga impositiva, los costos financieros y las ganancias”. Agregó que focalizar el ajuste únicamente en los salarios “no genera más empleo, sino que conduce a una baja sostenida de los ingresos de los trabajadores”.

Negociar individualmente los salarios llevaría a mínimos insostenibles y no garantiza competitividad. Argentina no compite con salarios bajos: incluso con ingresos deprimidos, la economía sigue siendo cara en términos internacionales”, puntualizó.

Reforma laboral y retrocesos

Respecto a las reformas impulsadas por el gobierno nacional, Campos fue categórico: “Hace un año se aprobó una reforma laboral bajo la promesa de generar empleo y los datos oficiales muestran que el empleo está estancado. Ahora se insiste con una nueva reforma, pero lo único que se logra es quitar derechos a los que aún los tienen, mientras que los trabajadores informales, que son casi la mitad del mercado, siguen fuera de toda discusión”.

El investigador señaló que medidas como el recorte en los comedores comunitarios o la reducción de la cobertura de medicamentos del PAMI tienen un efecto directo e indirecto sobre la clase trabajadora. “Cuando el Estado se retira, son los trabajadores quienes deben cubrir con sus ingresos esos vacíos”, expresó.

Pobreza y perspectivas

En cuanto a los indicadores sociales, Campos sostuvo que la pobreza “se ubica apenas por debajo de los niveles de 2023, con una leve baja de algunos puntos porcentuales, pero sin cambios estructurales”. A su vez, alertó sobre la falta de sostenibilidad del programa económico actual: “Estamos frente a un esquema insustentable. Cada shock macroeconómico vuelve a disparar la pobreza, y en Argentina tenemos un piso consolidado de un tercio de la población en esa situación”.

“Latinoamericanización” del mercado laboral

Campos también se refirió a la llamada “latinoamericanización” de Argentina: “Durante décadas, nuestro país se distinguió por mejores indicadores sociales respecto de la región. Pero en los últimos 50 años retrocedió hasta convertirse en el cuarto país de América Latina y el Caribe que menos creció, después de Haití, Nicaragua y Jamaica. Hoy la informalidad laboral alcanza al 43% y el empleo por cuenta propia avanza, con menos derechos y mayor precariedad”.

Ajuste, democracia y futuro

Finalmente, el especialista cuestionó la viabilidad social de los programas de ajuste. “Podrán cerrar en una planilla de Excel, pero no se sostienen socialmente. Un plan económico que solo funciona sin elecciones es incompatible con la democracia. Por ahora no se animan a decirlo, pero en los hechos, estas políticas profundizan la exclusión”, concluyó.