Estados Unidos realizó una operación militar en el noroeste de Nigeria dirigida contra posiciones del Estado Islámico, en respuesta a recientes ataques mortales contra comunidades cristianas en la región.
El presidente Donald Trump confirmó la acción a través de un mensaje publicado la noche del jueves en su red Truth Social, describiéndola como una respuesta directa a la violencia sectaria. “Estados Unidos lanzó un ataque poderoso y letal contra la escoria terrorista de ISIS en el noroeste de Nigeria, quienes han estado matando brutalmente a cristianos inocentes, en niveles no vistos en muchos años”, afirmó.
La operación consistió en múltiples bombardeos sobre objetivos estratégicos de la organización yihadista, en un área marcada por décadas de conflictos intercomunitarios. Trump indicó que la acción fue precedida por advertencias a los militantes sobre las consecuencias de continuar con los ataques.
El Pentágono confirmó que la intervención se llevó a cabo a solicitud del gobierno nigeriano y que resultó en la eliminación de varios militantes del Estado Islámico. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, destacó la cooperación con Abuja y reafirmó la disposición de Estados Unidos para proteger comunidades amenazadas por el terrorismo.
Estos ataques representan la primera acción militar estadounidense en Nigeria durante la administración Trump y se producen tras semanas de presión diplomática y sanciones, incluidas restricciones de visado a responsables nigerianos vinculados a la violencia contra cristianos.
La decisión de Washington se enmarca en un contexto de tensiones religiosas en Nigeria, donde el norte, de mayoría musulmana, y el sur, predominantemente cristiano, han sido escenario de ataques de grupos armados que han dejado miles de víctimas y desplazados internos.
Organizaciones humanitarias internacionales llevan años denunciando los ataques de Boko Haram y del Estado Islámico en África Occidental, que han afectado especialmente a las minorías religiosas. La operación estadounidense refuerza el compromiso de la administración Trump de combatir el terrorismo global y proteger a los cristianos perseguidos en todo el mundo.

