La recesión económica, junto con el impacto de las importaciones, ha desencadenado una dispersión de precios en el mercado de alimentos, con retrocesos notables en algunos productos, aunque los lácteos y vinos continúan en ascenso. Desde diciembre, se ha observado una disminución desordenada en los precios en mayoristas, supermercados y almacenes de barrio, atribuida a la caída en las ventas y la competencia de productos importados, especialmente de Brasil.
Según los comerciantes, esta tendencia podría comenzar a estabilizarse en los próximos meses, pero advierten sobre la presencia significativa de productos próximos a vencer en las góndolas, resultado de un menor consumo durante los últimos meses.
La inflación de abril, aunque muestra una tendencia a la baja, se debe principalmente a la pérdida de poder adquisitivo y al estancamiento económico, según los especialistas del sector. Carlos María Beigbeder, empresario del rubro alimenticio en Misiones, sugiere que la recesión está jugando un papel fundamental en la contención de la inflación, incluso por debajo de las cifras oficiales.
La entrada de productos importados, considerablemente más económicos que los locales, está contribuyendo a la disminución de precios en general. Sin embargo, Beigbeder y otros señalan que esta situación también ha llevado a la presencia de productos vencidos o próximos a vencer en las estanterías, ya que los empresarios buscan deshacerse de ellos mediante ofertas.
Nelson Lukowski, supermercadista de Posadas, aclara que la reducción de precios no significa que haya deflación, sino que responde a una corrección después de aumentos excesivos en diciembre. A medida que las ventas disminuyen, los precios se ajustan a la baja.
En cuanto a los productos importados, Beigbeder destaca que las diferencias de precios con los productos locales son significativas, citando ejemplos como el aceite de oliva, que en Argentina alcanza los $30.000 por litro, mientras que se podría conseguir a $6.000 por litro en el mercado internacional.
La advertencia principal tanto de Beigbeder como de Lukowski es revisar cuidadosamente las fechas de vencimiento al comprar productos con descuento, ya que muchos podrían estar próximos a caducar. Además, sugieren cautela al considerar productos importados, ya que las diferencias de precios pueden ser notables. Con información de Primera Edición