Día del Abogado: “Nuestro trabajo consiste en garantizar que el imputado tenga un debido proceso y que no se vulneren las garantías constitucionales”


Este 29 de agosto, como cada año, se celebra el Día del Abogado en la Argentina. En nuestro país la fecha fue establecida en 1958 y surgió en homenaje a una de las principales figuras políticas del Siglo XIX como fue Juan Bautista Alberdi, quien fue figura clave en la conformación de la Constitución Nacional. 

Por este motivo, hoy, Beatriz Piñeyro conductora de “El Recreo” por Radio TupaMbaé, habló con los letrados Lia Salto y Juan Jacquier por el Día del Abogado.

En primer lugar, la abogada Salto contó a “La Creíble” cómo empezó esta idea de querer ser abogada. “En mi caso fue muy rara la historia, porque empecé a estudiar otra carrera: había comenzado a estudiar Comercio Internacional y mi papá me decía, tenés que ser abogada, porque sos buena para eso. Yo, le decía que no quería ser abogada, porque quería estudiar Comercio Internacional y como fiel defensora de los principios de la rebeldía, empecé a estudiar otra carrera que me duró un año, hasta que un día me senté y le dije a mi papá que quería estudiar abogacía”.

“Siempre que me preguntan por qué decidiste estudiar derecho, le respondo: creo que tiene que ver un poco con esta parte filántropa que tengo, de querer acercar el derecho a quien más lo necesita como una misión en la vida de impartir un poco de justicia dentro de un mundo tan injusto, muchas veces”, analizó.

Ante la consulta si de chica le decían defensora de pobres o ausentes, la letrada recordó que “sí, me decían: `ya saltó la defensora de pobres`. Por ejemplo cuando defendía a mi hermano, me decían eso. Entonces creo que es algo innato en mí, el saltar a defender a quien lo necesita”.

Seguidamente el abogado y conductor en TupaMbaé Juan Jacquier, expuso: “Lo mío fue sencillo: fue en el marco de las prácticas profesionales en el colegio secundario. Había que hacer quinto año en la Escuela de Comercio y había que hacer prácticas profesionales en donde había elegido, trabajar, con quien hoy es mi colega, el Doctor Luna. Viéndolo trabajar a él, dije: esto está bueno”, recordó.

En este sentido amplió: “Veía que la gente que venía histérica o sin entender nada o angustiada, después de la intervención profesional, se iba mucho más tranquila. El Doctor Luna, le daba la connotación y el marco jurídico, pero al mismo tiempo, con docencia atendía. Porque un abogado puede hablar lindo pero de ahí a que a un cliente, entienda, es otra cosa”.

“La gente bajaba varios cambios y a partir de ahí, empezaba una tarea jurídica profesional hacia adentro pero docente hacia afuera. La gente realmente se iba mucho más tranquila de lo que había llegado. Pero, el que se quedaba nervioso era el colega: hay como una transferencia de problemas hacia el profesional”.

“Y entonces vas re tranquilo, pero te queda el lío: ahí empecé a ver con mucha seriedad, con mucha pasión, el tema de cómo se manejaba la cosa, la administración de justicia, y dije: esto es lo que quiero. Felizmente miré las cosas, arranqué con esas prácticas y terminé trabajando con el Dr. Luna hasta el día de hoy. Y ya llevamos 21 años trabajando juntos”.

Por otra parte, la abogada Lía Salto  explicó la rama del derecho que siguió: “En mi caso, primero comparto un poco con Juan, lo que dice que uno hace como una transferencia de paz y uno queda con el asunto por resolver. A mí, me tocan muy de cerca las cuestiones de familia; soy muy defensora de los derechos de los niños y siempre trato de recordar que el derecho es de ellos y no tanto así de los padres. Entonces siempre estoy abogando por la figura más vulnerable o la figura más indefensa”.

“También me dedico mucho a lo que es Defensa del Consumidor, que es lo que estuvimos hablando el viernes pasado, que decía cómo la figura del consumidor se ve vulnerable frente a otro sujeto de derecho. Además, me gusta hacer mucho, Sucesiones, porque me gusta indagar un poco en la historia y hacer historia en los núcleos familiares, y llevar un poco de solución a personas que, en el momento de la partida de un ser querido, están en un estado de vulnerabilidad y no tienen idea para dónde correr; desde lo más simple como hacer un trámite de un acta de defunción, hasta lo más complicado por ahí que es resolver la titularidad de los inmuebles, de los autos, de los bienes que eran de la persona que se fue”, explicó.

“Entonces, el denominador común en todas estas figuras siempre es, la vulnerabilidad frente a otro sujeto de derecho. Eso me mueve a trabajar y hacerlo en estas causas principalmente. Ese es mi norte: la justicia para el vulnerable”, subrayó.

Al respecto, Juan Jacquier mencionó que él optó por “Derecho Civil, Comercial y Laboral”, y aclaró que el Derecho Penal, “definitivamente, no; porque es un tema que necesita de muchísima dedicación, te diría casi exclusiva. Tenés que lidiar muchas veces con un sistema judicial por un lado, con la angustia de la familia por el otro, y el ámbito es más duro, es más complejo: comisarías, etcétera. Requiere una defensa compleja”.

En este sentido detalló: “La defensa penal, necesita de muchísima dedicación, prácticamente tenés que dejar de lado todo lo otro. Los que se dedican al Derecho Penal normalmente se dedican, por ejemplo, en casos que demandan 24 por 7, porque tenés: detenidos, normalmente los fines de semana, la desesperación de que si firma el juez para el oficio para que lo suelten antes del viernes. O cuando no está el comisario, porque no vino y entonces, va a ser hasta el lunes; realmente es bastante estresante en cuanto a eso. Sobre todo teniendo en cuenta cuando tenés encausados”.

En relación a lo expuesto anteriormente,  la abogada Lia Salto coincidió con Juan Jacquier y manifestó: “Así como dice Juan, dedicarte pura y exclusivamente al derecho penal, es estar supeditado muchas veces a la administración de justicia, si se quiere, un poco defectuosa también. Porque estamos hablando de jugar con la libertad y con la integridad de una persona. Entonces, se rozan temas muy sensibles y creo que para dedicarse a eso, tenés que tener una cabeza y un corazón preparado de forma distinta. También tenés que tener un carácter diferente para afrontar estas cosas”, distinguió.

“Siempre digo y me considero una persona muy emocional y la verdad que la empatía que vino desbordada en mi vida, hace que no pueda dedicarme al Derecho Penal, por esa cuestión de empatía y a la vez, por la desesperación de querer ayudar rápido a una persona y estar supeditado, a la administración de justicia lenta, en muchos casos”.

Por último, ambos letrados respondieron a la consulta de qué casos no les gustaría atender, o qué casos no defenderían. En este sentido, Lia Salto expresó que “eso es una pregunta picante, pero en lo personal, no defendería delitos contra la integridad sexual de una persona o de un niño. Esos casos, para mí, son temas aparte, que no podría defender a alguien que esté acusado de un delito contra la integridad sexual”.

Sobre el tema, Juan Jacquier dijo: “Muchas veces se escucha que preguntan a los abogados: pero, ¿cómo van a defender a tal delincuente?, y técnicamente están prejuzgando al pobre acusado. Pero independientemente de eso, sí es cierto, cada profesional se pone sus propios límites. Por eso digo que sabemos que partimos del principio de inocencia hasta que se demuestre lo contrario. Pero cada uno, como profesional, tiene sus límites”.

Asimismo, en referencia a la defensa de estos tipos de casos, Jacquier contó: “Casos de chicos sobre temas de violencia sexual, no abordaría; respondería chicos, no. O sea, violencia contra niños, abuso de niños, es mi límite. No defendería ni siquiera por asomo, pero es una lección personal.  Lógicamente entiendo al derecho del detenido o quien sea imputado por un delito, de tener una defensa legal y técnica si no encontrará abogado, el Estado se va a tener que hacer cargo de su defensa. Pero cada colega en función de sus parámetros puede ser también de lo que vivió de sus situaciones personales también influye; no somos máquinas, somos personas y mi límite son los chicos”, remarcó.

Al respecto Lía Salto agregó: “Quiero recalcar también que hay un concepto muy errado de la figura del abogado penalista, que dicen que defiende asesinos, que defiende abusadores. En realidad, lisa y llanamente lo que está haciendo el abogado es hacer su trabajo porque nosotros tenemos un juramento de ética y de defensa a las personas, y también tenemos una Constitución, que dice que todos tienen derecho al debido proceso y a contar con un abogado, ya sea un abogado de la matrícula o un defensor oficial”.

“Entonces, por ahí la gente no sabe, lo cual se entiende porque todo se da siempre en razón a la perspectiva emocional. Por ahí, a una persona a la cual mataron a su hijo, no le podés pedir que entienda por qué se lo está defendiendo al presunto asesino, entonces creo que son visiones muy subjetivas y generalmente es el abogado el que termina siendo abucheado o criticado en muchos aspectos, como digo, principalmente los abogados penalistas”.

En referencia a estas críticas, Salto agregó: “Por eso también en defensa de los colegas, digo, que ellos, están haciendo su trabajo porque hicieron un juramento y le requirieron sus servicios. Pueden ser personas que tengan un pensamiento o principios diferentes a eso, pero es su trabajo y tienen que comer; de esto vivimos, básicamente”, sentenció.

Para cerrar la entrevista, el abogado Juan Jacquier, explicó: “Además, la presencia nuestra hacia ese tipo de defendidos, garantiza lo que nosotros llamamos el debido proceso, que tenga un juicio justo y que no necesariamente, tiene que tener un resultado de libertad; porque puede ser una condena, pero dentro del marco de un proceso justo. Ahí es donde nuestro trabajo consiste en garantizar que esa persona imputada tenga un debido proceso y que no se vulneren garantías constitucionales”, concluyó

 

El Día del Abogado y la Abogada en Argentina se conmemora el 29 de agosto por el aniversario del nacimiento de Juan Bautista Alberdi, quien vino al mundo en 1810 en San Miguel de Tucumán. La fecha fue establecida en 1958 por la Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA).

 

¿Quién fue Juan Bautista Alberdi?

Alberdi fue un letrado, jurista, economista, diputado, escritor, músico y autor de las Bases y Puntos de Partida para la Organización Política de la República Argentina, texto que se considera fuente de la Constitución Nacional de 1853.

Alberdi fue parte de la “Generación del 37”, un grupo de jóvenes intelectuales que se consideraban hijos de la Revolución de Mayo y opositores al gobierno de Juan Manuel de Rosas. Entre ellos también estaban Domingo Faustino Sarmiento, Juan María Gutiérrez y Esteban Echeverría, entre otros.

Juan Bautista Alberdi

Ese conflicto obligó a que el abogado dejara Buenos Aires y se estableciera en Montevideo. No obstante tiempo después tuvo que volver a exiliarse y su destino fue Francia, país en el que conoció a otro prócer de la Argentina como lo fue el General José de San Martín.

Tras la caída de Rosas en la Batalla de Caseros (1852), Alberdi escribió Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina, libro que es considerado la piedra fundacional de la actual Constitución.

Posteriormente, Alberdi fue elegido Diputado Nacional por la provincia de Tucumán. Pero nuevas disputas políticas con Bartolomé Mitre y Julio Argentino Roca lo llevaron a dejar el país por segunda vez y partir a Francia. Finalmente, falleció el 19 de junio de 1884, a los 73 años, en Neuilly-sur-Seine (París), pero su recuerdo se ha vuelto imborrable en la Argentina.

 

Cuándo se celebra a nivel internacional

Cada 3 de febrero se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Abogado, con el objetivo de reconocer la labor de los hombres y mujeres de leyes que trabajan para conseguir un mundo más justo. Esta celebración se realiza en honor al profesional que ejerce la defensa jurídica de los ciudadanos en los procesos judiciales y administrativos que lo ameritan; así como quien asesora y da consejo en materias legales.