El Papa comentó antes de rezar el Ángelus el pasaje del Evangelio de Mateo que propone la liturgia de este domingo.
En general, dijo Francisco, la gente piensa bien de Jesús, para muchos es «un gran maestro», una persona «buena, justa, coherente, valiente».
Pero todo esto es demasiado poco. Verlo como un personaje del pasado sería simplemente tener «un bonito recuerdo de un tiempo pasado – dijo – y eso no le conviene a Jesús».
De hecho, poco después también hace la misma pregunta a los discípulos: «Pero, ¿Quién dicen ustedes que soy yo?», y a nosotros nos repite: «¿Quién soy yo ahora ustedes?».
Si fuera sólo un personaje histórico, imitarlo hoy sería imposible: nos encontraríamos ante el gran foso del tiempo y, sobre todo, ante su modelo, que es como una montaña muy alta e inalcanzable; querríamos escalarla, pero careceríamos de la capacidad y de los medios necesarios. En cambio, Jesús está vivo: recordémoslo, Jesús está vivo, Jesús vive en la Iglesia, Jesús vive en el mundo, Jesús nos acompaña, Jesús está a nuestro lado.
Su Palabra y su gracia – prosiguió diciendo el Sant Padre – nos acompañan «en los caminos más difíciles». En la vida, por tanto, no estamos solos. El apóstol Pedro llama a Jesús «el Cristo, el Hijo de Dios vivo», no un héroe del pasado, sino el que vino a «compartir las alegrías y las fatigas de nuestro camino».
Fuente: VATICAN NEWS
