La expresidente reapareció en Quilmes y arremetió contra la política económica actual, señalando la falta de resultados concretos y advirtiendo sobre el aumento del desempleo.
En su primera aparición pública desde la asunción de Javier Milei como presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner no escatimó críticas hacia la gestión actual, destacando que los argentinos “están siendo sometidos a un sacrificio inútil” y que “la gente se c… de hambre”. En un discurso contundente en Quilmes, la exmandataria no solo cuestionó la falta de resultados tangibles en materia económica, sino que también lanzó una advertencia sobre el aumento del desempleo, señalando que “si cuando sos gobierno la gente se caga de hambre, de qué sirve la legitimidad”.
Entre sus críticas más punzantes, Kirchner apuntó directamente al presidente Milei, afirmando que “no tiene plan de estabilización” y desacreditando los supuestos logros presentados en cadena nacional. Recordando los períodos de superávit durante la presidencia de Néstor Kirchner, la expresidenta subrayó la importancia de la gestión efectiva en la legitimación del gobierno, destacando que los resultados concretos son fundamentales más allá del respaldo electoral.
En un análisis comparativo con la administración de Carlos Menem, Kirchner criticó la orientación económica de Milei, calificándola como “anarcocolonialismo” debido al enfoque en el extractivismo sin un respaldo industrial sólido. Advertiendo sobre el inminente aumento del desempleo, la exmandataria exigió un cambio de rumbo en la política económica.
Además de sus críticas al gobierno actual, Cristina Kirchner también aprovechó para abordar la interna del PJ, señalando la necesidad de centrarse en los problemas reales de la gente en lugar de disputas internas. También cuestionó la política energética y tarifaria del gobierno, así como los beneficios impositivos otorgados a empresas como Mercado Libre y Globant, destacando que dichos beneficios podrían destinarse a cubrir necesidades sociales urgentes.
El discurso de Kirchner no estuvo exento de críticas hacia figuras del empresariado, como Claudio Belocopitt, ex titular de la Unión Argentina de Salud, a quien acusó de falta de sensibilidad social y de priorizar la rentabilidad por encima de las necesidades de la sociedad.
La intervención de Cristina Kirchner en Quilmes marcó un regreso enérgico a la escena política nacional, donde no solo cuestionó la gestión actual, sino que también planteó un llamado a la reflexión sobre los verdaderos desafíos que enfrenta el país en materia económica y social. Con información de El Territorio