La situación en los Parques Nacionales de Argentina ha sido testigo de un acontecimiento tumultuoso, con la perspectiva de despidos para el 50% del personal debido a la finalización de contratos el 31 de marzo. A pesar de una ola de protestas, 80 empleados fueron desvinculados, aunque Misiones logró evitar estas medidas, renovando los contratos hasta junio.
El decreto emitido por el Gobierno nacional, que inicialmente amenazaba con la cesantía de alrededor de 1200 agentes, ha sembrado preocupación entre los trabajadores de conservación de áreas protegidas en todo el país. Aunque la reducción final fue menor, el malestar entre los empleados ha persistido desde fines del año pasado, cuando el reclamo por la estabilidad laboral se hizo más fuerte.
Las voces de los trabajadores resuenan con preocupación, argumentando que la falta de renovación de los contratos podría comprometer la operatividad en las áreas protegidas y poner en peligro el valioso patrimonio natural de Argentina. Aunque en el Parque Nacional Iguazú se logró renovar los contratos hasta junio, la situación en otros parques, como Lanín en Neuquén, refleja la preocupación persistente.
En medio de esta turbulencia laboral, la falta de designación de autoridades jerárquicas en la Administración Nacional ha añadido incertidumbre, dejando a más de 2300 empleados en un estado de espera. Aunque algunos movimientos se han anunciado recientemente, con Marcelo Forgione asumiendo como vicedirector, y María Victoria Haure y Walter Scibilia como vocales, la confirmación del nuevo director, Cristian Larsen, sigue pendiente.
La atención se centra en Larsen, quien se espera que asuma la dirección de Parques Nacionales, aunque su nombramiento aún no ha sido oficializado. Mientras tanto, los trabajadores continúan luchando por sus empleos y la estabilidad en un momento crucial para la conservación de las áreas protegidas de Argentina. Con información de MOL