La tensión diplomática entre Venezuela y varios países sudamericanos se intensifica. Chile, Uruguay y Paraguay han emitido comunicados oficiales en los que solicitan al gobierno de Nicolás Maduro que respete las normas internacionales, tras la revocación de la autorización a Brasil para representar los intereses argentinos en la embajada de Caracas.
La situación se agravó luego de que Pedro Urruchurtu, uno de los seis opositores venezolanos asilados en la sede diplomática argentina, denunciara que agentes de la policía venezolana rodearon la embajada, lo que ha generado temor en el gobierno argentino de que las fuerzas bolivarianas intenten ingresar a la residencia para detener a los asilados.
Desde la Cancillería de Uruguay, expresaron “preocupación” ante la decisión de Maduro, calificando la acción como una “violación a la normativa internacional” y un atentado a los derechos de los asilados. Paraguay también se pronunció en contra de la medida, señalando que va en contra de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
Por su parte, el gobierno venezolano sostiene que esta decisión es legítima y forma parte de una reestructuración diplomática, aunque ha generado inquietud en la comunidad internacional por su impacto en los derechos humanos y la estabilidad regional.
La embajada argentina en Caracas permanece rodeada, mientras los asilados temen por su seguridad. La comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo de los acontecimientos, en medio de crecientes llamados a que se respete la inmunidad diplomática. TN