Las infecciones resistentes a los antibióticos han emergido como un desafío crítico para el sistema de salud global. Esta preocupación ha ganado terreno en la agenda pública debido al incremento en la tasa de mortalidad y secuelas asociadas. De acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para 2050, la resistencia a los antibióticos podría ser responsable de hasta 10 millones de muertes anuales.
Para ilustrar la magnitud del problema, un informe publicado por Elsevier estima que el 5% de los pacientes hospitalizados adquieren infecciones resistentes durante su internación. En Argentina, las infecciones intrahospitalarias causan alrededor de 17.000 muertes y casi 100.000 episodios infecciosos anuales, cifras que superan significativamente las muertes por accidentes de tránsito o armas de fuego.
La pediatra e infectóloga Liliana Arce enfatiza que los contextos de internación prolongada, especialmente aquellos que involucran catéteres intravenosos, vesicales y asistencia respiratoria mecánica, aumentan la exposición a estas bacterias multirresistentes. Arce destaca que la solución no reside únicamente en la creación de nuevos antibióticos, sino en el uso correcto de los existentes.
“El uso adecuado de los antibióticos actuales es crucial para evitar que estas bacterias se vuelvan aún más resistentes,” señala Arce. La especialista subraya la necesidad de implementar y fortalecer Comités de Control de Infecciones y Programas de Optimización de Antimicrobianos (Proa) en los hospitales. Estos mecanismos son esenciales para mejorar la gestión de los antibióticos y reducir la propagación de infecciones resistentes.
En Misiones, la integración de la salud en el Parque de la Salud ha facilitado el acceso a microbiólogos y tecnologías avanzadas, como múltiples PCRs que detectan material genético de bacterias. Sin embargo, la higiene y desinfección rigurosas siguen siendo fundamentales. Arce resalta la importancia de aislar adecuadamente a los pacientes infectados y asegurar que todo el personal cumpla con las medidas de aislamiento.
La automedicación es otro factor crítico que contribuye al problema. Arce advierte que la automedicación con antibióticos, sin la debida prescripción médica, agrava la resistencia bacteriana. También enfatiza la necesidad de capacitación continua para el personal de salud y la concientización sobre la correcta utilización de antibióticos en la comunidad.
El programa de control de infecciones del Hospital de Pediatría de Misiones, establecido en 2014, funciona como un modelo a seguir, integrando conocimientos de infectólogos, microbiólogos y personal especializado. Este enfoque multidisciplinario ha demostrado ser eficaz en la gestión de infecciones intrahospitalarias. Con información de El Territorio (Griselda Acuña)