En lo que va del año, el gobierno de Javier Milei ya distribuyó más Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que en todo 2024. Sin embargo, los gobernadores manifiestan creciente preocupación por la caída de recursos coparticipables y el manejo centralista de la Casa Rosada.
En apenas cuatro meses, el presidente Javier Milei destinó $59.500 millones en concepto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a doce provincias, una cifra que supera los $49.800 millones distribuidos durante todo 2024. A pesar del incremento, el clima entre los gobernadores es de creciente malestar debido a la caída de los recursos coparticipables y las modificaciones impositivas que afectan directamente a las finanzas provinciales.
El descontento se alimenta, entre otros motivos, por la decisión del Ejecutivo de modificar unilateralmente, a través de la AFIP, el esquema de anticipos de Ganancias y el IVA aduanero. En particular, se eliminó el anticipo del 25% de Ganancias pagado por las empresas en junio, que se repartía entre las provincias. Esto genera incertidumbre respecto al pago del medio aguinaldo, previsto para mitad de año.
Además, el ministro de Economía, Luis Caputo, deslizó este lunes un posible esquema para dividir el IVA entre Nación y provincias, lo que generó más inquietud en los gobiernos subnacionales. A esto se suman las declaraciones de funcionarios provinciales que advierten que, ante la merma de ingresos y el ajuste asumido en áreas como energía y transporte, el margen de maniobra financiera se agota.
Según datos oficiales de la Subsecretaría de Coordinación Fiscal Provincial, las provincias recibieron $4,6 billones en enero por coparticipación, pero ese monto cayó a $4,3 billones en febrero y $3,9 billones en marzo. En abril, la cifra repuntó a $4,2 billones, aunque el incremento se explica principalmente por el reparto del Fondo de Financiamiento Educativo, que subió de $259.000 millones a $1 billón.
La provincia de Buenos Aires es uno de los casos más críticos. En marzo, recibió $911.000 millones por coparticipación, una fuerte caída respecto de los casi $1,1 billones de enero. Sin presupuesto aprobado ni margen de endeudamiento, el gobierno bonaerense enfrenta serias dificultades para sostener sus cuentas.
En este contexto, gobernadores de distintas fuerzas políticas se reunirán este martes en Paraná, Entre Ríos, convocados por el Consejo Federal de Inversiones (CFI). Aunque la cumbre tiene un carácter técnico, se espera que sirva de antesala a futuros posicionamientos comunes frente al Ejecutivo nacional. Participarán mandatarios como Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Ignacio Torres (Chubut), Raúl Jalil (Catamarca), Sergio Ziliotto (La Pampa), Axel Kicillof (Buenos Aires) y el anfitrión Rogelio Frigerio.
En paralelo, intendentes de varias provincias —incluyendo Córdoba, Santa Fe, Tucumán y Santa Cruz— impulsan la conformación del Consejo Federal de Intendentes (COFEIN), denunciando la discrecionalidad y recentralización del manejo de fondos por parte del Gobierno nacional. El próximo jueves, intendentes santafesinos se manifestarán frente a la Legislatura provincial para visibilizar la caída de transferencias nacionales.
A pesar de que en términos interanuales las transferencias automáticas crecieron un 14% en el primer cuatrimestre de 2025, según el IARAF, el deterioro mes a mes preocupa cada vez más. El mismo informe indica que el repunte de abril en coparticipación neta se explica principalmente por la recaudación del impuesto a las ganancias, que creció un 32,5% real respecto del mismo mes del año pasado.
En lo que respecta a los ATN, el Gobierno ya repartió $43.000 millones entre enero y marzo, incluyendo $10.000 millones a la provincia de Buenos Aires por las inundaciones en Bahía Blanca. En abril, se asignaron $16.500 millones más a Santa Fe, Neuquén, Chaco y Salta, estas últimas con elecciones este fin de semana.
Aunque los ATN están estipulados por ley como herramientas para asistir a distritos en emergencia o con desequilibrios transitorios, su uso discrecional sigue generando fricciones. En 2024, el Ejecutivo terminó el año con $811.061 millones sin distribuir.
Los gobernadores, por ahora, canalizan sus reclamos en privado. Pero los movimientos recientes sugieren que la tensión podría escalar si el esquema de reparto no se revisa. Infobae