Los análisis económicos indican una tendencia a la desaceleración en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) para el mes de marzo, según informes de consultoras privadas.
La inflación ha mantenido una tendencia al alza durante los últimos cuatro meses, superando consistentemente los dos dígitos mensuales. No obstante, se ha observado una desaceleración en los últimos dos meses. La incertidumbre radica en la dirección que tomará en los próximos meses y en la capacidad del gobierno para cumplir su objetivo de reducirla por debajo de los dos dígitos mensuales en el corto plazo.
De acuerdo con las consultoras privadas, la desaceleración se ha mantenido durante el mes de marzo. Las estimaciones sugieren que el IPC habría avanzado entre un 10,6% y un 13% durante este período, en comparación con el 13,6% registrado por el Indec en febrero.
Según C&T Asesores Económicos, la inflación de marzo se situó en torno al 13%. “Nuestros datos de relevamiento de precios para la región del Gran Buenos Aires muestran un inicio de mes con fuertes aumentos, especialmente en educación, electricidad y servicios de salud prepagos. Sin embargo, experimentamos una marcada desaceleración a partir de la segunda semana, especialmente en alimentos, bebidas y productos para el hogar”, explicaron desde la consultora.
Marzo, agregaron desde C&T, es tradicionalmente un mes de alta inflación estacional debido al aumento en los costos educativos con el inicio del año escolar, así como al impacto del cambio de estación en el rubro de indumentaria. Este año, se suma el efecto del ajuste en las tarifas eléctricas implementado a mediados de febrero, lo que impulsó el rubro de vivienda. Además, los servicios de salud prepagos registraron aumentos significativos.
“En alimentos y bebidas, observamos un dinamismo inicial en productos como panificados, carne y bebidas alcohólicas, seguido de una moderación posterior. También hemos notado una disminución en los precios de frutas después de los fuertes aumentos en febrero. En productos de limpieza, artículos para el hogar y electrónicos, se registraron descensos puntuales”, agregaron desde C&T.
Por otro lado, el IPC de Libertad y Progreso mostró un aumento del 10,6% en marzo, lo que representa una desaceleración de 2,6 puntos porcentuales respecto a febrero (13,2%). En lo que va del año, el IPC acumula un incremento del 51,1%, alcanzando una variación interanual del 286,4%, su nivel más alto desde marzo de 1991.
“Durante el mes, observamos un aumento del 5,2% en la primera semana, impulsado por los costos regulados, seguido de una desaceleración al 1,6% en la segunda semana y un mínimo del 0,8% en la tercera. Finalmente, la última semana del mes registró un aumento del 1,4%”, indicaron desde Libertad y Progreso.
Es relevante destacar que la desaceleración de la inflación en marzo se produce en un contexto donde la estacionalidad suele ejercer presión al alza en los precios. Sin embargo, la reducción en la depreciación de la moneda ha contrarrestado este efecto.
LCG, por su parte, midió una inflación promedio del 10,2% en el rubro de alimentos durante las últimas cuatro semanas. Según su estudio, los productos lácteos registraron el mayor aumento, con un 18,4%, seguidos por los condimentos (13,1%), las verduras (12,4%) y las comidas listas para llevar (12,4%).
Además, se deben considerar las proyecciones del IPC realizadas por especialistas consultados por el Banco Central en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM). Aunque la última edición se publicó el 6 de marzo, antes de que se conocieran los datos del IPC de febrero, los expertos estimaron una inflación del 14,3% para marzo.
La economía argentina enfrenta desafíos significativos para contener la inflación y garantizar la estabilidad económica en el corto y mediano plazo. La evolución de los precios seguirá siendo un tema de atención prioritaria para el gobierno y los actores económicos en los próximos meses.