La centenaria Escuela de Frontera Nº 606 de la localidad de Santa María, se proyecta a contar y
mudarse a las nuevas instalaciones durante el 2024.
Por estos días el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (IPRODHA) lleva construido el 70% de lo que serán las sedes edilicias tanto para el nivel primario y como para el NENI, el cual funciona anexo.
La obra está emplazada en el casco urbano, en uno de los barrios más poblados de Santa María,
sobre una calle empedrada, a unos mil metros de la Municipalidad de esta comuna del Alto
Uruguay, ubicada al sur de Misiones, dentro del Departamento de Concepción de la Sierra.
La construcción comprende una superficie de 1.300 M², distribuidos en siete aulas, sala para
docentes (con su respectivo baño), office, preceptoría, dirección, biblioteca (informática), taller
de manualidades (con depósito), otro multipropósito, cocina, bloque sanitario, galerías, tanque
de hormigón y playón deportivo.
En cuanto al NENI, está compuesto por un aula con su núcleo de sanitarios (incluye uno con
adaptación para discapacitados), office, galería, patio de formación y un área de juego para niños.
En función del proyecto total de la obra escolar, el inspector Pedro Clemente, del Instituto, evaluó
que, a la fecha, resta –aún– ejecutar el muro de construcción, el tanque del hormigón, y el playón
deportivo, que todavía le falta al cual todavía le falta el rellenado de tierra para poder iniciar su
construcción.
De esta manera, la comunidad educativa local, con expectativa,está a la espera del moderno
establecimiento escolar, que una vez terminado y habilitado, recuperará la matrícula con la que
otrora contaba, “la Escuela llegó a tener 160 alumnos, ahora estamos en 57”, comentó la
vicedirectora a cargo de la 606, Eduarda Elizabeth Gómez. En cuanto al NENI, que se creó el año
pasado, cuenta con 16 niños.
La 606 en el relato de la vicedirectora a cargo Gómez, comentó que “como nuestro edificio escolar actual se encuentra lejos, a siete kilómetros del pueblo de Santa María, un transporte escolar, asignado por la Intendencia, trae a los niños, que, en general, provienen de familias de jornaleros; tenemos un par de hijos de empleados municipales.
Los chicos permanecen todo el día en la escuela. Nuestra rutina comienza a partir de las 8:00 y transcurre hasta las 16:00 hs. Se les provee el servicio de desayuno, almuerzo y, cuando podemos, le damos alguna merienda.
Los chicos trabajan en la huerta y también con manualidades. Las áreas contenidas, entre otras,
son educación física, música y, por la tarde, también se dan talleres de teatro, folklore,
informática, apoyaturas (de matemática, lengua, etc.) y una maestra da algunas nociones de
inglés.
Tenemos muchas necesidades en el edificio actual, nos afecta, por ejemplo, una invasión de
murciélagos. Nuestro colegio se fue abandonando, la causa principal es que los chicos viven lejos.
Los días de lluvia es todo un problema, el transporte no ingresa porque el camino está feo y, al
ser una unidad grande y llevar criaturas, tenemos miedo, tanto los padres, como nosotros.
Cuando llueve fuerte, permitimos a los alumnos que se vayan, y nos quedamos con el corazón en
la boca. Este año tuvimos inconvenientes, porque el transporte se arruinó. Con la nueva escuela,
ese problema ya no lo vamos a tener, los chicos van a tener clases todos los días.
Nuestra institución siempre fue un referente de la zona; es la única que realizaba los actos
patrióticos, como corresponde, con las fiestas, y se nos llenaba de gente, queremos continuar con
ello”, concluyó el testimonio la vicedirectora a cargo de la Nº 606.