Condenan a 14 y 12 años de prisión a los hermanos Kiczka por delitos vinculados a material de abuso infantil


El fallo del Tribunal Penal Uno no fue unánime y rechazó los pedidos de nulidad de la defensa

Tras más de tres horas de espera en el Salón de Usos Múltiples del Palacio de Justicia, el Tribunal Penal Uno de Posadas condenó este miércoles a los hermanos Germán y Sebastián Kiczka a 14 y 12 años de prisión, respectivamente, por su participación en delitos relacionados con la tenencia, facilitación y distribución de material de abuso sexual infantil (MASI).

El veredicto fue dado a conocer cerca de las 22, al término de una extensa jornada de alegatos y deliberación, en el marco del juicio oral iniciado el pasado 31 de marzo. La condena más severa recayó sobre Germán Kiczka, exdiputado provincial, quien recibió 14 años de cárcel—uno menos de lo solicitado por la fiscalía. Su hermano Sebastián fue sentenciado a 12 años por delitos similares, con el agravante de involucrar víctimas menores de edad.

Cabe destacar que en ambos casos el fallo no fue unánime. La jueza Viviana Cukla votó en disidencia y propuso penas considerablemente menores: 8 años para Germán y 6 para Sebastián. No obstante, la mayoría del tribunal se inclinó por las penas más altas.

La jornada final del juicio

La última audiencia comenzó a primera hora con los alegatos de los fiscales Vladimir Glinka y Martín Rau, quienes defendieron los pedidos de condena basados en los elementos recolectados durante la investigación. Para Germán, solicitaron 15 años de prisión de cumplimiento efectivo; y para Sebastián, 12 años por “tenencia y facilitación de MASI agravado por la minoría de edad de las víctimas y abuso sexual simple, en concurso real”.

Posteriormente fue el turno de las defensas. Eduardo Paredes, abogado de Sebastián Kiczka, cuestionó la admisibilidad de las pruebas y planteó la nulidad de una de las imputaciones. En particular, sostuvo que no existen pruebas contundentes más allá del testimonio de la víctima, quien no participó del juicio y nunca presentó una denuncia formal.

Paredes también solicitó que, en caso de ser condenado, su cliente reciba una medida de seguridad antes que una pena privativa de libertad, sugiriendo su internación en una unidad de salud mental del Servicio Penitenciario Provincial.

Por su parte, Gonzalo De Paula, defensor de Germán Kiczka, negó que su representado se haya fugado y criticó el manejo de la instrucción judicial, señalando a la SAIC como responsable de la filtración del sumario. También cuestionó la acusación por coautoría, alegando falta de pruebas que vinculen a ambos imputados de forma directa con el mismo hecho, y solicitó el sobreseimiento total de su defendido.

Sin embargo, los magistrados del Tribunal Penal Uno desestimaron todos los planteos de nulidad presentados por las defensas al considerarlos inadmisibles.

Un juicio extenso y reservado

El juicio contra los hermanos Kiczka se desarrolló a lo largo de doce jornadas, de las cuales solo la primera y la última fueron abiertas al público debido a la naturaleza de los delitos. Durante el proceso, declararon numerosos testigos, entre ellos peritos, investigadores, personal policial, profesionales de distintas disciplinas y familiares de los acusados.

Con esta resolución, el Tribunal cerró uno de los procesos judiciales más relevantes del año en la provincia, marcado por la gravedad de los delitos, la complejidad del debate jurídico y la controversia en torno a las pruebas presentadas.

Fuente: El Territorio