Con licuación del gasto y cepo, el Gobierno alcanzó superávits gemelos por primera vez en cinco años


Durante el primer mes de gestión del presidente Javier Milei, el ministro de Economía, Luis Caputo, logró un hito poco común en la economía argentina: superávits gemelos, es decir, saldos positivos tanto en lo fiscal como en lo comercial. Esta situación, que ha sido característica de gestiones anteriores como la de Néstor Kirchner hace dos décadas, es destacable por su rareza y por su potencial impacto en la estabilidad económica del país.

Aunque el dato de un solo mes no es suficiente para determinar un cambio de régimen económico, es relevante observar que este resultado se logró gracias a la licuación del gasto y a un flujo de importaciones anormal. Para encontrar un resultado similar, es necesario remontarse más de cuatro años atrás, al primer trimestre de 2019, durante la gestión del ex presidente Mauricio Macri.

En ese momento, el gobierno de Macri implementó un plan de ajuste fiscal y un apretón monetario, lo que derivó en un superávit primario. Sin embargo, a diferencia de aquel momento, el actual equilibrio de las cuentas públicas incluye también el pago de intereses, lo que lo hace más significativo en términos de sostenibilidad fiscal.

El superávit financiero logrado se basó en la reducción de transferencias a las provincias, el freno de la obra pública y, sobre todo, en la disminución de gastos estatales como jubilaciones, prestaciones sociales y salarios del sector público. Por otro lado, la contracción económica resultante de estas medidas provocó una caída en las importaciones, lo que contribuyó al superávit comercial.

Es importante destacar que estos resultados se deben en gran medida a las distorsiones presentes en la economía actual, más que a políticas específicas del gobierno de Milei. Sin embargo, el desafío ahora será mantener estos superávits de manera sostenible y establecer un rumbo económico claro y consistente para el país. Con información de Infobae.