Seis comunidades mbya que habitan en el Valle del Cuña Pirú enfrentan una nueva amenaza en su territorio ancestral de 6.035 hectáreas, recientemente titularizado tras una lucha de 22 años. Los caciques denuncian un intento de ocupación ilegal y el desmonte de casi una hectárea de tierra por parte de una empresa privada, mientras la justicia aún no ofrece respuestas claras.
Las comunidades afectadas, entre ellas Ka’aguy Poty, Kapi’i Poty, Ka’aguy Mirĩ Rupa, Yvy Pytã y Yvytu Porã, informaron que maquinaria pesada comenzó a trabajar en su territorio sin su consentimiento, levantando una casa y una cabaña en lo que aparenta ser un proyecto para un mirador. “Nos enteramos por allegados y miembros de la comunidad que viven cerca, pero cuando nos dimos cuenta, ya llevaban varios días en el lugar”, explicó Juan de Dios Castillo, mburuvicha de Ka’aguy Poty.
Intervención y Denuncia
Tras detectar la intrusión, los líderes comunitarios, junto con guardaparques y policías, intervinieron para detener las obras. Los mburuvicha presentaron documentación que certifica la propiedad de las tierras y señalaron que la construcción se encontraba dentro de su territorio, según la marca satelital.
“La empresa removió aproximadamente 7.500 metros cuadrados de tierra, casi una hectárea”, detalló Juan de Dios, quien además indicó que la persona detrás del intento de usurpación sería una mujer de apellido Fontana. Radio Horizonte, de Salto Encantado, contactó a la Cooperativa Cainguás de Electricidad para conocer su versión de los hechos, quienes informaron que la reconexión del servicio eléctrico fue solicitada por la nueva propietaria, un acto que consideraron lícito y regular.
Las comunidades realizaron una ampliación de la denuncia en la Comisaría Seccional Primera UR-XI de Aristóbulo del Valle, presentando su título de propiedad y planos que georreferencian la intrusión. Además, solicitaron la recomposición del área dañada, donde se perdieron frutales y plantaciones nativas esenciales para su sustento.
Reclamo de Justicia y Apoyo
Hasta el momento, el único avance ha sido la retirada de la instalación eléctrica por parte de la cooperativa, pero las comunidades siguen esperando una respuesta efectiva de la justicia. “Lo que queremos es que la empresa se haga cargo de lo que destruyó”, afirmó el cacique de una de las comunidades afectadas.
Los caciques también expresaron su descontento con la Dirección de Asuntos Guaraníes, alegando la falta de apoyo y comunicación por parte de esta entidad. “Asuntos Guaraníes nunca se interesó, ni siquiera nos preguntaron qué pasó”, comentaron con resignación.
Mientras el conflicto sigue sin resolución, las comunidades mbya del Valle del Cuña Pirú continúan luchando por la protección de su territorio, apelando a la justicia para que se respeten sus derechos y se restablezca el equilibrio en sus tierras ancestrales. Primera Edición