Comparan el Liberalismo con la ley de la selva: “La propuesta de Milei es, ¡arréglatelas como puedas!”


En diálogo con Radio TupaMbaé, el Licenciado en Economía, empresario y profesor, Esteban Guida, analizó las declaraciones recientes del presidente electo, Javier Milei, quien advirtió sobre la posible estanflación durante su gobierno.

Milei señaló en un medio radial que el impacto inflacionario derivado de la emisión descontrolada de dinero por parte del actual gobierno de Alberto Fernández llevará casi dos años en resolverse. De esta forma anticipó una situación de estanflación, pronosticando consecuencias negativas en la actividad económica durante el proceso de reordenamiento fiscal en sus primeros años de mandato.

 

Para traer luz al tema, Esteban Guida, abordó en “La Creíble”, lo planteado por Javier Milei y destacó la importancia de analizar la realidad una vez que el nuevo gobierno comience a tomar decisiones. “No sé qué le pasa a ustedes, pero yo noto como que hay permanentes cambios en la información de los gabinetes, de lo que va a ser, de lo que no va a ser”, señaló, cuestionando si esto responde a una estrategia discursiva o refleja desorden interno en el sector ganador de las elecciones.

El economista enfatizó que, según las palabras del presidente electo, se vislumbra un enfoque económico “aperturista, liberalizador y extranjerizante de lo que es la economía nacional”. Comparó esta propuesta con períodos anteriores, como las gestiones de Mauricio Macri, Carlos Menem y Fernando De la Rúa, así como la última dictadura militar bajo la dirección de Alfredo Martínez de Hoz.

Al respecto agregó: “Hay una coherencia, no es lo mismo, pero sí hay una coherencia en la forma de concebir la economía que por lo que se ve que quiere hacer Javier Milei, va a hacer una cosa semejante. Después están los detalles si se quiere”.

En relación al peculiar clima social en este escenario político argentino, el entrevistado destacó la diferencia con Mauricio Macri, subrayando la confirmación de algunas decisiones anunciadas. Enfatizó la regulación de los mercados, especialmente del cambiario, anticipando una devaluación significativa después del 11 de diciembre.

Explicó que tras esta fecha, junto con la apertura, la desregulación económica y el ajuste en el gasto público, se prevé un incremento en el tipo de cambio, un aumento generalizado de precios e inversión, así como medidas des proteccionistas para la industria y las empresas. El resurgimiento del término “estanflación” denota un contexto de inflación creciente y contracción económica.

Sobre los límites de la liberalización de mercados y precios, indicó que es una respuesta política, dependiendo de la aceptación de reformas por la sociedad, el Congreso, sectores empresariales, sindicatos y la opinión pública.

Recordó el inicio de reformas bajo la presidencia de Macri, señalando la falta de unidad en la respuesta de diversos sectores, permitiendo la prevalencia del poder real en ausencia de una organización política coherente. Además se refirió a la incertidumbre sobre cómo la sociedad reaccionará ante las medidas gubernamentales, utilizando la expresión “a río revuelto, ganancia de pescadores”.

En referencia a la estanflación, especificó que esta combinación de aumento de precios y contracción económica es un síntoma del problema económico, no el problema en sí. En este sentido destacó la importancia de observar cómo el nuevo gobierno aborda el desafío económico, ya sea a través del mercado, lo que implica que los actores económicos se desenvuelvan por sí mismos, donde, en última instancia, prevalece el más fuerte.

Guida comparó esta dinámica con la ley de la selva, donde el liberalismo aboga por la idea de que, en términos empresariales, la empresa más grande y eficiente absorba a la más pequeña para fomentar la eficiencia y el equilibrio. E indicó que el liberalismo no se preocupa demasiado por los damnificados, ya que teóricamente podrían compensarse de alguna manera.

Por otra parte expresó su desacuerdo con la noción simplista de que el éxito del presidente beneficia a todos, ya que puede estar implementando políticas que favorecen a un sector en detrimento de otro. Citó el período entre 1992 y 1995 como ejemplo, donde un notable crecimiento económico estuvo acompañado de un aumento en la desocupación, el incremento de la pobreza y una disminución en los indicadores socioeconómicos, destacando que esta propuesta de solución omite los problemas políticos y sociales actuales.

Ante el desafiante contexto que aguarda al nuevo gobierno, marcado por el inicio con una tasa de pobreza que excede el 40%, analizó: “La propuesta que está presentando Javier Milei no busca disminuir la pobreza. No la ha planteado como un objetivo político, a diferencia de Macri, quien prometió la erradicación de la pobreza, y no solo no logró ese objetivo, sino que la incrementó”.

En este sentido mencionó que “es importante señalar que Milei no está proponiendo una transición hacia una economía con justicia social; de hecho, rechaza abiertamente la idea de justicia social y que no está proponiendo mejorar las condiciones de los pobres para convertirlos en trabajadores dignos. Lo que Milei está expresando claramente es: que cada uno debe arreglárselas como pueda, ya que abraza el modelo libertario en su totalidad”.

Sin embargo dijo que “si hay personas que votan por esto, ya sean marginadas o trabajadores pobres, ya sea por desconocimiento o pleno entendimiento”, no puede juzgar; “ya que cada individuo actúa de acuerdo con su propia comprensión y, en cierta medida, con su descontento social, que puede manifestarse incluso en su detrimento”.

Para finalizar remarcó que “la propuesta de Javier Milei implica en gran medida un ‘arréglatelas como puedas’, no solo en el ámbito de la economía doméstica, sino también en relación con el resto del mundo. La apertura del mercado y de las fronteras, junto con la reducción de regulaciones estatales, podría favorecer a actores extranjeros, ya que, evidentemente, aquellos con mayor poder económico probablemente estén fuera del país”.

“Es probable que en el extranjero tengan la capacidad de tomar el control de sectores estratégicos de la economía y, por lo tanto, de las empresas locales. No se puede esperar algo diferente cuando alguien ya está advirtiendo que esto sucederá. Sería excepcional que alguien actúe de manera opuesta a lo expresado, en beneficio de la mayoría. Ojalá que ocurriera así, sería algo inédito en la historia del país”, concluyó.