El fiscal federal Ramiro González ha avanzado en la investigación de un complejo entramado de comedores fantasma en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Según revela un informe oficial, más del 80% de estos establecimientos fraudulentos se encontraban en municipios de orientación peronista.
La Matanza, José C. Paz y Quilmes encabezan la lista de distritos con la mayor concentración de estos comedores ficticios. En total, se contabilizan 1201 de estos centros, que, si bien exhibían propósitos solidarios, en su mayoría eran inexistentes.
Bajo la dirección de figuras políticas afines al kirchnerismo como Fernando Espinoza, Mario Ishii y Juan José Mussi, estos municipios se han convertido en focos de una trama que involucra presuntas extorsiones y desvíos de fondos. La subsecretaria legal del Ministerio de Capital Humano, Leila Gianni, ha expuesto en detalle la situación de estos comedores, evidenciando que su existencia no pudo ser validada, a pesar de haber recibido importantes sumas de dinero del Estado.
La investigación, en curso bajo la dirección del fiscal González, ha desvelado conexiones con organizaciones sociales como el Polo Obrero, el MTE y el Movimiento Evita. Sin embargo, las indagaciones han revelado casos insólitos, desde direcciones falsas en barrios cerrados hasta supuestos comedores ubicados en escuelas de pole dance.
La hipótesis principal que sigue la Justicia es que estos recursos fueron utilizados como instrumento de extorsión, en línea con investigaciones previas sobre presiones a beneficiarios de planes sociales. Además, se sospecha que los alimentos destinados a estos comedores también eran desviados para su venta ilegal.
Este escándalo ha puesto en entredicho la gestión de los fondos públicos destinados a asistencia social y ha intensificado el escrutinio sobre las organizaciones sociales en Argentina. Con la causa en pleno desarrollo, se espera que emerjan más detalles sobre esta red de corrupción que ha operado a expensas de los más necesitados. (TN)