Un alarmante 59% de las mujeres en Argentina ha recibido mensajes sexuales y misóginos a través de plataformas digitales, según un estudio reciente de Amnistía Internacional. Este fenómeno, que afecta gravemente la libertad de expresión y la participación en redes sociales, ha llevado al 80% de las mujeres con voz pública a limitar su actividad online, mientras que el 40% se ha visto forzado a la autocensura. Además, una de cada tres mujeres ha optado por cambiar de puesto laboral como consecuencia directa de la violencia en línea.
El impacto del ciberacoso en las redes sociales no se limita a la Argentina. En América Latina y el Caribe, un estudio conjunto de ONU Mujeres y la Alianza Regional por la Libre Expresión e Información revela que el 80% de las mujeres con presencia pública ha restringido su participación en redes, un 40% se autocensuró, y una de cada cuatro fue despedida o no renovó su contrato debido a estas agresiones.
Ante este preocupante escenario, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Argentina, ONU Mujeres, y Amnistía Internacional, con el apoyo de la Embajada de Canadá, organizaron el evento “Hackeá la violencia digital”, donde se discutieron estrategias para enfrentar la violencia digital.
“Hackeá la violencia digital”
El evento, conducido por la periodista Diana Zurco, fue un espacio para compartir experiencias y diseñar estrategias que combatan los ataques digitales, especialmente aquellos dirigidos a personas y organizaciones que promueven la agenda de género y derechos humanos. Jonathan Sauvé, consejero político de la Embajada de Canadá, destacó la importancia de abordar el ciberacoso como un tema de principios, afirmando que “toda persona merece sentirse segura y respetada, tanto en línea como fuera de ella”.
Mariana Isasi, jefa de la oficina de UNFPA Argentina, subrayó que la violencia digital tiene un impacto devastador en las oportunidades y derechos de las personas, y enfatizó la necesidad de un trabajo conjunto para construir un entorno digital libre de violencia y discriminación.
Magdalena Furtado, de ONU Mujeres, resaltó que la violencia digital es una forma de violencia basada en género que requiere una reflexión profunda sobre el papel de las empresas que regulan las redes sociales y la creación de recomendaciones efectivas para su prevención.
Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, y Mariela Labozzetta, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), coincidieron en que la violencia digital no solo afecta a las mujeres, sino que también pone en riesgo la calidad del sistema democrático al limitar la pluralidad de voces.
Discursos de odio
El procurador fiscal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Víctor Abramovich Cosarín, participó en el evento reflexionando sobre la necesidad de establecer marcos regulatorios efectivos para responsabilizar a las empresas por la circulación de discursos de odio y expresiones discriminatorias en plataformas digitales.
El evento concluyó con un llamado a la acción conjunta entre Estados, organizaciones de la sociedad civil, academia y el sector privado para enfrentar este desafío urgente y complejo, y construir un futuro digital libre de violencias. Agencia de Noticias NA