Fuentes del caso adelantaron que en el Fiat Siena habrían encontrado rastros de sangre y dos disparos de arma de fuego. Fue en la siesta posadeña cuando se ubicó el vehículo que conducía Jorge Acuña (52), desaparecido hace dos días, sobre calle Pedro Correa a metros de avenida Almirante Brown en inmediaciones del cementerio La Piedad
Esta siesta posadeña, en inmediaciones al cementerio La Piedad, fue encontrado el automóvil de Jorge Daniel Acuña, el chofer de aplicaciones de 52 años que desapareció hace dos días y es intensamente buscado. El vehículo, un Fiat Siena, del hombre oriundo de Garupá está siendo peritado y habría arrojado novedades importantes por la Policía Científica en estos instantes. No hay rastros de Acuña desde el lunes, a las 17, cuando lo vieron por última vez en un taller mecánico ubicado en la avenida Lavalle.
Según adelantaron testigos, en horas de la siesta un vecino encontró el auto, sobre calle Pedro Correa a metros de avenida Almirante Brown, que ya estaba siendo rastreado por la policía. Fuentes del caso, señalaron que el Siena tendría manchas de sangre y abolladuras que serían de impactos de bala.
Ahora investigadores se disponen a analizar cámaras ubicadas en cercanías de la zona para ver logran dar con el momento en que dejaron abandonado el coche y si identifican a alguien.
Jorge Acuña (52) es un chofer de aplicación domiciliado en Garupá que se encuentra desaparecido desde el lunes, cuando llevó el vehículo en el que se movilizaba a un mecánico posadeño. Desde entonces sus familiares lo buscan con desesperación, teniendo como último dato que su teléfono celular se apagó en el by pass de Posadas.
Según informó la Policía de Misiones, y confirmó su familia, la última vez que lo vieron vestía remera de color rosa deportiva, bermuda oscura y ojotas. El hombre tiene pelo oscuro y tez trigueña, los ojos son de color café y mide aproximadamente 1.65 centímetros. Se ruega que ante cualquier información la Policía de Misiones pidió que ante cualquier novedad se comuniquen al 911, al 101 o bien acercarse a la dependencia policial más cercana.
Constanza (23), una de sus tres hijas, habló con El Territorio y expresó que “lo que nos dicen a nosotros es que la última vez salió el taller. Mi papá le avisó a su mujer que se iba al taller y volvía. Y al dueño del auto, porque lo alquila, lo mismo, que iba al taller y volvía a su casa. En teoría fue así, pero después de ahí no apareció más”.
El lugar en cuestión se ubica sobre la avenida Lavalle y se aclaró que no se trata de un local abierto al público, sino más bien una casa donde el dueño del auto, un Fiat Siena blanco, habitualmente manda sus coches a reparación. La joven contó que fue hasta el lugar a hablar con el mecánico, pero este no estaba.
Luego fue la Policía y – según la entrevistada – éste confirmó que Acuña había estado allí y que no podía creer lo ocurrido. El coche tampoco aparece y su dueño también realizó la correspondiente denuncia. Sobre éste la entrevistada refirió que “no habló mucho con nosotros, sino un tío mío y dijo que tampoco puede creer. No quiere que nosotros en la familia pensemos algo de él, pero que no se acerca a nosotros porque no nos conoce, pero está tan sorprendido como nosotros. De todas formas uno piensa cualquier cosa porque mi papá es una persona que nunca le jodió a nadie”.
Constanza afirmó que su padre conduce para la aplicación Uber e incluso gran parte de la visibilización de su caso – su foto empezó a circular incesantemente ayer – es gracias a otros choferes. En este contexto, El Territorio se comunicó con representantes de la app, quienes manifestaron que en sus registros el último viaje de Acuña lo había hecho a finales de marzo.
Si bien en principio se creía que estaba trabajando al momento de su desaparición, su hija cree que no porque lo había hecho a la mañana para luego volver a su casa en Santa Helena a cambiarse – por eso la ropa relajada y ojotas – e ir al taller. De todas formas no puede descartar que “prendió para agarrar un viaje y volver”.
Consultada por si su padre se había ausentado en otras oportunidades, Constanza expresó que nunca lo había hecho. Sí recordó que durante el año 2022 había sido víctima de delincuentes que lo llevaron a un lugar alejado de Garupá, donde le apuntaron con un arma y le dijeron que se baje para después huir.
“Decimos que si fuese eso – un hecho de inseguridad- ya iba va a aparecer. ¿Dónde está? Mi papá no nos va a hacer esto jamás”, reflexionó compungida. “Nosotros también estamos buscando por nuestra parte igualmente, porque el GPS que ubica el celular nos da en el by pass. Fuimos a la noche, la Policía nos acompañó, buscamos en donde dice que está y no encontramos nada de nada. Al otro día nuevamente, también fue Cibercrimen y tampoco nada. No sabemos si ahí se apagó o tiraron, no sabemos nada”, lamentó.
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