Cáritas Posadas informó a través de su cuenta de Facebook sobre su participación en la Asamblea Diocesana 2024, celebrada en el Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya (ISARM) de Posadas. El evento contó con la asistencia de delegados parroquiales, asociaciones y movimientos diocesanos, institutos educativos católicos, sacerdotes, religiosas y religiosos.
La jornada comenzó con una eucaristía y una reflexión a cargo del obispo Juan Rubén Martínez. Posteriormente, se realizó una iluminación a partir del evangelio y el magisterio de la Iglesia, especialmente el latinoamericano, para abordar el desafío de ser fieles a Jesús, quien amó a todos sin exclusión, pero con una preferencia especial por los pobres, débiles y sufrientes.
Durante el evento, los participantes trabajaron y reflexionaron en grupos con el objetivo de concretar caminos para que la Iglesia Diocesana profundice su compromiso de servicio y cercanía con los más necesitados, renovando la “opción preferencial por los pobres”, una idea reiterada en los documentos de los obispos latinoamericanos y caribeños. La Asamblea reafirmó, en consonancia con el Papa Francisco, el deseo de ser una Iglesia “en salida”, de “puertas abiertas” y “samaritana”.
La jornada finalizó con un momento de consagración a María, Madre del Pueblo de las Misiones, y la lectura de una proclama que sintetizó todo lo reflexionado. Cáritas destacó las palabras del Papa Francisco: “Quiero una Iglesia pobre para los pobres. Estamos llamados a descubrir a Cristo en ellos, a prestarles nuestra voz en sus causas, pero también a ser sus amigos, a escucharlos, a interpretarlos y a recoger la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos” (EG 198). También se recordó la preferencia del Papa por “una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a sus propias seguridades” (EG 49), y su visión de la Iglesia como “la casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas” (EG 47).
Cáritas Diocesana concluyó su mensaje con un deseo de que Jesús y la Virgen de Loreto, Madre del Pueblo de las Misiones, acompañen a la Iglesia diocesana en su compromiso de profundizar la opción preferencial de amor por los pobres, débiles y sufrientes.
