En una entrevista con el programa Elijo creer, emitido por Radio Tupambaé, el futbolista misionero Camilo Villarreal compartió su inspiradora trayectoria en el fútbol internacional. Con apenas 25 años y un recorrido que abarca clubes de Argentina, Bolivia, Belice, Polonia y recientemente Grecia, el jugador nacido en Posadas se toma un merecido descanso en su tierra natal mientras evalúa nuevas propuestas deportivas tras consagrarse campeón en Europa.
“Siempre que puedo me escapo a Misiones”, expresó el joven mediocampista, que viene de obtener un título histórico con el Rethymniakos FC en Grecia. Su equipo se consagró campeón de la Copa de la Federación Helénica, tras una espera de más de 40 años. “Me había llamado el técnico en septiembre, pero en ese momento estaba en Polonia. En enero insistió y me convenció. Era un objetivo grande y gracias a Dios se logró”.
De Guaraní Antonio Franco al fútbol europeo
Camilo comenzó su carrera en el club Guaraní Antonio Franco, uno de los más emblemáticos de Misiones. A los 11 años tuvo la posibilidad de sumarse a Boca Juniors, pero finalmente su destino fue Argentinos Juniors, conocido como el «semillero del mundo». Su carrera siguió en Ferro, Almagro y luego dio el salto internacional con pasos por clubes de Bolivia, Belice y Polonia, entre ellos el Verdes FC, Unia Janikowo y Stal Stalowa Wola.
“Salir de Posadas no es fácil. Todo cuesta el doble. Pero soy un agradecido a Dios, porque paso a paso fui cumpliendo muchos sueños”, aseguró Villarreal, quien hoy posee doble nacionalidad: argentina y polaca.
Herencia polaca y sueños con la selección
Su vínculo con Polonia no es sólo futbolístico: también es genealógico. Su bisabuelo materno, de apellido Martyniuk, emigró desde Polonia y se estableció en la zona de Oberá. Gracias a esta ascendencia, Camilo obtuvo la nacionalidad polaca. “En 2020, un scouting de la selección sub-21 de Polonia me envió una notificación porque me venían siguiendo. Jugar para Polonia sería una frutilla del postre por la historia familiar. No me saca el sueño, pero si llega, sería hermoso”, relató.
Adaptación, fe y nuevos desafíos
Camilo Villarreal ha sabido adaptarse a cada rincón del mundo donde el fútbol lo llevó. Su paso por Polonia fue, además de deportivo, un aprendizaje de vida. “El invierno es crudo, pero sin humedad. Si estás bien abrigado, se soporta. Lo que más me impactó fue la cultura: al entrar a una casa, tenés que sacarte el calzado. Son costumbres que te enseñan respeto y orden”, compartió.
En ese camino de adaptación, el idioma también fue clave. “El inglés me abrió muchas puertas. No lo hablo perfecto, pero me comunico al cien por ciento. Siempre aconsejo aprenderlo porque te cambia la vida”, asegura.
Hoy, tras consagrarse campeón con el Rethymniakos en Grecia, Camilo disfruta de su familia en Posadas mientras entrena y analiza ofertas para continuar su carrera. “Estoy muy contento con lo logrado, pero siento que todavía tengo más para dar. Sigo entrenando con el profesor José Morel, trabajando en técnica, potencia y toma de decisiones”.
Aunque no tiene un representante formal, confía plenamente en su guía espiritual: “Mi representante es Dios”. Camilo también estudia Contador Público y Licenciatura en Administración, y busca mantener un equilibrio entre el deporte y su formación académica. “El fútbol es una burbuja, pero creo que hay que tener otras herramientas para crecer como persona”.
Camilo Villarreal: El misionero que conquistó Grecia con el Rethymniakos
Al recordar su infancia en Posadas, no oculta la emoción: “Si pudiera hablar con ese chico de 10 años, le diría que siga soñando. Que trabaje, sea humilde y perseverante. No hay fórmula mágica, todo se logra con sacrificio”.
Cada regreso a su tierra natal es una recarga emocional. “Acá estoy con mi mamá, con mis hermanos, con mi papá, veo a mis amigos, comemos un asado… lo disfruto al máximo. No sé cuándo me voy, pero mientras tanto, vivo el día a día con alegría”.
El futuro aún no está definido, pero Camilo lo enfrenta con fe, entusiasmo y convicción. “Estoy escuchando propuestas, especialmente de Europa. Sé que si sigo trabajando con compromiso, lo que tenga que llegar, llegará”.
Con doble nacionalidad, una vida de aprendizajes multiculturales y un título reciente en el fútbol europeo, Camilo Villarreal representa a esa nueva generación de futbolistas que combinan talento, esfuerzo, formación y una profunda espiritualidad. Desde Posadas al mundo, sigue soñando con nuevos desafíos y metas por cumplir.