El reciente cierre de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y su transformación en la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) ha generado fuertes repercusiones entre los trabajadores y profesionales del sector económico en todo el país. La medida del gobierno, que busca reformar el sistema de recaudación, ha desencadenado paros, apagones informáticos y asambleas en las sedes de la ex-AFIP, mientras que sectores económicos advierten que el cambio podría ser más cosmético que estructural.
En Posadas, donde se encuentra una de las seccionales que abarca la región de Misiones y Corrientes, el clima es de alta tensión. Horacio Casco, secretario general de la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Públicos (AEFIP) de Misiones, denunció la falta de transparencia en el proceso. “Nos mintieron en la cara. La semana pasada ya había rumores sobre el cierre de la AFIP, pero la ex titular, Florencia Misrahi, nos lo negó. Hoy, sabemos que era cierto y esto genera gran incertidumbre”, declaró Casco. Según el comunicado oficial, los despidos afectarían principalmente a los empleados que ingresaron entre 2019 y 2023, lo que pondría en riesgo más de 30 puestos de trabajo solo en la seccional de Misiones.
Impacto económico y laboral
El cierre de la AFIP no solo afectará a sus empleados. Alejandro Haene, presidente de la Confederación Económica de Misiones (CEM), subrayó que la verdadera preocupación está en la posible disminución de la recaudación. “La AFIP es el organismo encargado de recolectar los fondos que sostienen hospitales, escuelas y fuerzas de seguridad. Si reducen el personal y limitan su accionar, el país sufrirá una caída en los ingresos fiscales”, alertó Casco.
Por su parte, Mariano Amable, presidente del Colegio de Ciencias Económicas de Misiones, explicó que las funciones clave de la DGI y la DGA seguirán bajo el nuevo organismo. Sin embargo, reconoció que aún hay incertidumbre sobre cómo se implementarán los cambios. “Hay promesas de flexibilizar el sistema, pero por ahora el funcionamiento seguirá igual”, indicó Amable.
Críticas al cambio de nombre y reclamos por la reducción de impuestos
Desde el sector económico, las críticas apuntan a la falta de medidas concretas para reducir la presión fiscal. “Lo que realmente necesitamos es que bajen los impuestos, no que cambien el nombre del organismo”, afirmó Haene. “Si al final todo sigue igual, cambiar el nombre no servirá de nada”, añadió.
Amable advirtió también sobre posibles intentos de estafa en medio de la confusión por el cambio de la AFIP a ARCA, recomendando a los contribuyentes apoyarse en sus asesores contables y no responder a mensajes sospechosos.
La situación sigue en desarrollo, y se espera que los paros y las acciones gremiales continúen en los próximos días, mientras los empleados de la ex-AFIP se movilizan para proteger sus puestos de trabajo y exigir mayor claridad sobre su futuro laboral. Con información de El Territorio y fotografía de Guadalupe Sosa