Después de dos años sin celebraciones debido a la guerra en Gaza, Belén volvió a encender su tradicional árbol de Navidad el 6 de diciembre, marcando un emotivo regreso a las festividades en la ciudad donde, según la tradición cristiana, nació Jesús. Miles de personas se congregaron en la plaza de la Natividad para presenciar la ceremonia frente a la histórica Iglesia de la Natividad.
El alcalde de Belén, Maher Canawati, describió este retorno como un acto de esperanza para una comunidad profundamente golpeada por el conflicto. “Han sido dos años de silencio terribles; sin Navidad, sin trabajo. Todos vivimos aquí del turismo y el turismo se ha reducido a cero”, declaró a la BBC. Pese a las opiniones divididas sobre la pertinencia de celebrar, el alcalde aseguró que “la Navidad nunca debe detenerse ni cancelarse. Esta es la luz de la esperanza para nosotros”.
A la par de Belén, las ciudades vecinas de Beit Jala y Beit Sahour también encenderán sus árboles navideños en los próximos días. Los hoteles han comenzado a recibir un mayor número de reservas, tanto de visitantes extranjeros como de ciudadanos palestinos provenientes de Israel, un indicio de la lenta recuperación de la actividad turística.
Sin embargo, el ambiente sigue marcado por la tensión. El P. Gabriel Romanelli, párroco de la iglesia católica de la Sagrada Familia en Gaza, informó en su cuenta de X que el mismo día del encendido del árbol en Belén una bomba explotó a unos 200 metros de su parroquia. No se registraron heridos.
El sacerdote, herido meses atrás durante un bombardeo que dejó tres fallecidos y quince heridos, recordó en una entrevista con EWTN que aquel ataque fue “impactante” y que la gran cruz de dos metros que corona el templo sufrió serios daños. “La metralla voló en todas direcciones… no había habido un incidente tan grave desde que comenzó la guerra”, relató, asegurando que el episodio dejó una profunda marca en la comunidad.
Aunque el alto el fuego ha permitido un respiro y la vuelta de algunas tradiciones, la región continúa viviendo bajo la sombra de un conflicto que aún no termina. Pese a ello, la iluminación del árbol en Belén simboliza para muchos una señal de esperanza y resiliencia en medio de la incertidumbre.
Fuente: CNA

