Autismo: una editorial diferente


Gritos y agresiones fue lo que recibió un pequeño con Autismo en el pre metro en Buenos Aires, pero quizás lo mas agravante aún es que vino de parte de una oficial de Policía de la Ciudad.

Esto ha ocurrido ya hace un tiempo, pero nuevamente expongo este caso porque no es la única vez que vamos a ver agresiones, maltratos y discriminación hacia personas con discapacidad.

Este chico no se quería bajar del metro, su mamá estaba en el andén esperándolo pero la situación se sale de control cuando una oficial de policía comienza a levantar la voz, el pequeño se altera obviamente por su condición y ahí es donde sucede todo lo demás. La oficial no conocía el estado del chico, pero esto no te da carta blanca para poder tratar a una persona de una manera incorrecta, siendo un agente que se encarga de la seguridad y el bienestar del ciudadano.

¿Qué es el autismo? Es una condición donde sen ven alteradas capacidades en cuanto al desarrollo social, cognitivo y de la comunicación. El autismo se puede representar de maneras diferentes de acuerdo a cada persona en particular y todos los factores que componen su entorno.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 100 niños es diagnosticado con autismo. Las causas de esta condición son diversas, abarcando desde factores genéticos hasta ambientales. Es necesario erradicar la desinformación que rodea a las personas neurodivergentes, lo cual contribuye en gran medida a la discriminación que enfrentan.

Obvio que también está aquella persona que no tolera encontrar en su día a día algo diferente, no aceptan que en el mundo somos todos diferentes y cada uno de nosotros tenemos algo en especial.

En mi opinión, existen miles de puntos clave que la sociedad necesita entender para poder reducir el maltrato hacia personas con necesidades diferentes. Informarse es esencial, ponerse en el lugar del otro, empatizar mas y ver mas allá de sus vidas, a veces cuadrada.

Reducir la discriminación hacia personas con autismo requiere un enfoque multimodal que involucre a la sociedad en su conjunto.

Promover la conciencia y la comprensión pública sobre el autismo es esencial. Organizar campañas de sensibilización, talleres educativos y actividades en escuelas y comunidades puede ayudar a aumentar la comprensión de las personas sobre las características y necesidades de las personas con autismo.

Ofrecer formación en autismo para profesionales en áreas como educación, salud y servicios sociales puede mejorar la calidad de la atención y el apoyo que reciben las personas con autismo. Esto incluye aprender estrategias de comunicación efectiva y adaptación del entorno.

Fomentar la inclusión de personas con autismo en entornos educativos regulares es fundamental. Las escuelas deben implementar configuraciones de apoyos y ayudas y/o estrategias necesarios para que los estudiantes con autismo puedan participar y aprender de manera efectiva junto con sus compañeros.

Promover oportunidades laborales inclusivas y accesibles para personas con autismo es crucial. Las empresas pueden implementar programas de diversidad e inclusión, proporcionar ajustes razonables en el lugar de trabajo y valorar las habilidades únicas que las personas con autismo pueden aportar.

La implementación y el cumplimiento de leyes y políticas que protejan los derechos de las personas con autismo son fundamentales para prevenir la discriminación. Estas leyes deben abordar áreas como la educación, el empleo y el acceso a servicios de salud.

Trabajar para eliminar los estereotipos y el estigma asociados al autismo es esencial. Las representaciones precisas y positivas en los medios de comunicación y en la cultura popular pueden ayudar a cambiar percepciones negativas.

Existen además de los ya mencionados, muchos puntos claves para que la sociedad cambie. Reducir la discriminación hacia personas con autismo es un esfuerzo continuo que involucra a todos los miembros de la sociedad. Trabajar juntos para crear un entorno más inclusivo y comprensivo es esencial para promover la igualdad de oportunidades y el respeto mutuo.

Por Ángel Colman