A partir de las primeras horas del miércoles, las petroleras llevarán a cabo un incremento del 4% en los precios de la nafta y el gasoil, según lo confirmado por fuentes del sector. Este ajuste, que impactará directamente en el bolsillo de los consumidores, se divide en dos partes: la mitad corresponde a una compensación por la devaluación, mientras que la otra mitad se atribuye a la necesidad de recomposición de precios en respuesta a la persistente inflación.
Hasta momentos previos, se había especulado con un incremento cercano al 8%. Sin embargo, el Gobierno nacional ha decidido postergar la actualización de los impuestos a los combustibles hasta junio, lo que ha llevado a un ajuste más moderado en los precios en esta instancia.
Es importante destacar que esta suba en los precios de los combustibles se enmarca en un contexto económico caracterizado por la volatilidad cambiaria y la presión inflacionaria, lo que repercute directamente en los costos para las petroleras y, en última instancia, para los consumidores.
Por otra parte, recordemos que el martes por la tarde se comunicó que se esperaba un nuevo aumento en el precio de las naftas en todo el país, posiblemente del 8%, debido a la actualización del impuesto a los combustibles líquidos. Esta medida, postergada desde mediados de julio, responde a necesidades fiscales. Las empresas petroleras aún no habían anunciado el nivel exacto de aumento. Según un informe de IARAF, el aumento del 8% se debía a un incremento del impuesto del 53%, programado en cuatro etapas, que comenzaría el primero de mayo.