Atentado en una iglesia de Damasco dejó 22 muertos y más de 60 heridos


El atacante sería un miembro del Estado Islámico, según informaron las autoridades sirias.

Un atentado suicida dentro de una iglesia cristiana en la capital siria dejó al menos 22 muertos y 63 heridos este domingo, en lo que constituye uno de los ataques más letales en Damasco en los últimos meses. Las autoridades sirias atribuyeron la responsabilidad al grupo yihadista Estado Islámico (EI), que se adjudicó el atentado poco después de ocurrido.

El hecho se produjo durante una celebración religiosa en la iglesia de San Elías, ubicada en el barrio de Dweil’a, cuando un atacante armado ingresó al templo, abrió fuego contra los fieles y luego detonó un cinturón explosivo. “Un atacante suicida afiliado al grupo terrorista Dáesh (Estado Islámico) entró a la iglesia, abrió fuego y luego se hizo explotar”, indicó el Ministerio del Interior en un comunicado oficial.

Las imágenes difundidas mostraban la destrucción en el interior del templo, con bancos rotos, vitrales destrozados y restos esparcidos entre escombros. Testigos presenciales relataron escenas de pánico. “Alguien entró con un arma, comenzó a disparar y los fieles intentaron detenerlo antes de que se hiciera explotar”, relató Lawrence Maamari, uno de los presentes.

La explosión generó horror entre los asistentes, entre los cuales había niños, ancianos y familias completas. El Ministerio de Salud confirmó que varios de los heridos se encuentran en estado crítico, por lo que no se descarta que la cifra de víctimas fatales aumente en las próximas horas.

Este ataque es el primero de este tipo en la capital siria desde el derrocamiento del expresidente Bashar al Asad, ocurrido el 8 de diciembre de 2024. Desde entonces, el país atraviesa un frágil proceso de transición política. La seguridad en zonas urbanas sigue siendo uno de los principales desafíos para las nuevas autoridades.

El ministro del Interior, Anas Jatab, condenó el hecho y aseguró que “estos actos terroristas no detendrán los esfuerzos del Estado sirio para lograr la paz civil”. En declaraciones recientes, Jatab había advertido sobre la posibilidad de ataques “precisos contra objetivos estratégicos”, y aseguró que varias tentativas del EI contra comunidades cristianas y chiitas fueron desarticuladas.

El emisario de la ONU para Siria, Geir Pedersen, expresó su “indignación” por el atentado y llamó a una “investigación profunda e independiente” sobre lo ocurrido. Naciones Unidas y varios países condenaron el ataque y reiteraron su pedido al gobierno interino sirio para que garantice la seguridad de las minorías religiosas en este nuevo escenario político.

El Estado Islámico, que ya había reivindicado ataques recientes en el país, operó con fuerza en Siria e Irak desde 2011 y proclamó un “califato” en 2014, hoy desmantelado militarmente, aunque células activas del grupo continúan perpetrando atentados en la región.